¿Pero qué pasó, a todo esto con El Gerente? Me acuerdo que hablé con él acerca de la foto y del email, para tratar de cachar qué onda, es que me extrañaba tanto el comentario, incluso pensé que no le gustaba, podía ser…y me dejó más plop todavía, ya que me preguntó vagamente quién la había tomado, un amigo le dije, le sugerí si querría tomarme él alguna, me dijo que sí pero sin ningún entusiasmo, dijo que él tenía mejor cámara, que los pixeles …PUF!!!… No se trataba de un concurso de calidad fotográfica.
Pensé que simplemente yo no le movía mucho las hormonas o que no le gustaba mi poca dependencia de él. Desde el principio le expliqué muy claro que no quería ninguna relación de pareja ni nada que se le pareciera, que seguíamos siendo amigos sólo que nos conocíamos más. El declaró lo mismo así es que se suponía que todo estaba muy, muy claro.
Lo divertido era que te bypaseaba, él sabía que yo andaba con alguien, pero seguramente pensaba que era poco importante, ya que nunca dijo nada. Yo trato de no hablar de ti a menos que ellos lo hagan, simplemente por no incomodarlos.
En ese escenario se fue por unos días a Buenos Aires, estuve un rato sin noticias hasta que cayó como una bomba, un email.
“Esta noche escuchando un melancólico tango que despierta mi pasión traigo a mi memoria lo que hemos vivido todo lo que me has dado, tu comprensión, tu dulzura, tu pasión, tu alegría, tu incondicionalidad sin pedir nada, siento que en tus brazos fluyo, me siento libre y completo, no sé dónde voy, es como todo nuevo y siento tu apoyo en este viaje, siento tu corazón y tu pasión. Un beso”
Me quedé pa’dentro, encontraba tan rara esa declaración estando lejos, contrapuesta con su frialdad cuando estaba conmigo, creo que él tenía miedo no más. Me preocupaba mucho cómo manejar esa situación con delicadeza, no quería perder un amigo, pero tampoco iba a agarrar papa.
Después de pensar un rato le contesté así:
Bueno, las tardecitas de Buenos Aires tienen ese qué sé yo, viste?.......y me imagino que las noches porteñas también y acompañado de tango........todo pasando. De verdad me alegra mucho que te sientas bien; tranquilo, libre y que sobre todo te sientas apoyado por mí, no me olvido de tu incondicional apoyo cuando yo estaba pasando momentos difíciles (me ofreciste llegar con una escopeta de ser necesario) jajaja.........difícil que yo pueda hacer eso....Pero nuestra amistad de taaaaaaaaaaaaantos años justifica plenamente esa actitud. Espero que tus planes hayan sido exitosos y que te haya alegrado el gol de BOCA en vivo directo. Disfruta de tu última noche en suelo argentino y cuídate de que no te pase lo que a RONALDO.
Un beso
O sea, mi mensaje era: entiendo lo que te pasa, (estabas sólo, sin cordillera, ni empanadas de pino) te quiero mucho como tu súper AMIGA, tú también lo fuiste en su oportunidad incluso estando casado y finalmente remato con una tallita para restarle seriedad al asunto (las noticias decían que Ronaldo se había metido con un travesti).
Cuando llegó a Santiago las cosas se fueron poniendo cada vez peores, partió con una invitación a cenar en su casa con algunos amigos, gente que yo conocía, hasta ahí todo bien, pero cuando me llegó la invitación que mandó, me cayó pésimo.
Amigos míos, os echo mucho de menos y son mi núcleo más cercano, el invierno invita a que disfrutemos el calor de nuestros corazones.
Los invito a cenar este viernes (16 de mayo) a mi casa.-Les propongo algunos apoyos
Nury y Juan traigan un postre, que no sea muy calórico.
Paty y Pablo traen jugo y bebida ligth.
Carola y César traen un buen vino blanco y un rosé para el aperitivo (yo tengo tintos).
Vivi y Juan Carlos traen un picoteo suave,nada de papas fritas y ramitas, algo refinado.
Yo y Trinidad los atenderemos con una rica reineta a la piedra, acompañada de exóticas ensaladas.
Yo y Trinidad los atenderemos, ¡qué patudo!. De ahí para delante empezó un intercambio de emails entre todo el lote con preguntas de quién era y yo sus respectivas respuestas, lo encontré ultra desubicado, me cargó. Le escribí aclarándole que yo había aceptado su invitación como su amiga, no como anfitriona del cuento o dueña de casa, pero ahí se hizo el desentendido y me dijo que había sido una broma, un juego. En fin, cena de parejitas y yo atrapada, me sentía en una encerrona, como mosca en la telaraña.
No me pregunten porqué, pero esa noche fuí aunque llegué con mi aporte provocador, un postre ultra calórico. No quería ser distinta al resto de los invitados y era mi venganza contra sus kilos, es que además si yo estoy a dieta no tengo porqué obligar a todo el mundo a lo mismo.
La cena estuvo tensa, con incluso algunos brindis por las nuevas parejas (cuáles pensaba yo) y fotos juntitos, yo creo que él lo pasó mal, pero nadie lo mandó a que por unos polvos se tomara atribuciones que no debía. Fui la primera en retirarme, me imagino los comentarios después que cerré la puerta, pero no quería dejar dudas y polvo de regalo ni muerta.
Las cosas se pusieron cada vez mas surrealistas, él había perdido una apuesta, ya ni me acuerdo porqué, que consistía en invitar a la pareja que había ganado, a un fin semana en un lugar TOP fuera de Santiago. Pero entre el departamento, la decoración, el viaje y la pensión para su ex mujer, sus finanzas andaban por el suelo. Entonces esto terminó, para mi gran alivio, en una cena en un restaurante de Bellavista. La comida no fue nada espectacular y la ley de Murphy seguía gobernando nuestra "relación", si hasta para más remate esa noche cuando volvíamos, nos topamos con el cortejo fúnebre del General Bernales y con la histeria colectiva que generó esa noticia, la calle estaba absolutamente llena de gente, no podíamos cruzar por ninguna parte, era tarde y hacía un frío del demonio, yo echaba puteadas como loca, mientras él, emocionado casi hasta las lágrimas, sentía que estaba siendo testigo de un importante hecho histórico.
A esas alturas yo ya no quería salir con él, pero me daba pena que esto terminara tan mal. Quería ir corriéndome piolita, que casi no se notara, si no ¿dónde quedaba el TODOS GANAN de nuestro juego?
Quizás porque ve a una persona y no sólo un objeto de placer, al parecer tu sólo los ves como objeto de placer, talvez desde allí nos entiendas que a veces nosotros los hombres vemos a las mujeres como objetos de nuestros placeres e incluso de aquellos inconfesables.
ResponderEliminarLa verdad es que para mí es un privilegio ser un objeto de placer, más aún de los inconfesables, pero siento que eso no es excluyente con apreciar a la persona en forma integral.
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