domingo, 17 de octubre de 2010

OTRO SÁBADO CALIENTE II



Las conversaciones entre polvos suelen ser deliciosas, mi Joven Amante voló hacia su pubertad y me contó de la primera revista Play Boy que compró.
Muy pendejo y muy asustado partió al quiosco a comprarla, había perdido la apuesta con su primo, así es que debía apechugar. Por supuesto le pusieron problemas para la venta, pero él le dijo que se casaba su hermano mayor y se la querían regalar, obvio que no le creyeron pero igual se la vendieron. Pusieron el despertador cerca de las tres de la madrugada para mirar su tesoro con tranquilidad.
Con una linterna y escondidos debajo de las sábanas miraron con asombro las delicias que les ofrecía tal publicación e hicieron un tremendo y gran descubrimiento. Ellos no sabían que las mujeres tenían zorra, miraron embelesados esa zona rara que era absolutamente desconocida para ellos, la revista les salvó su honra y les evitó un trauma futuro.
Nos reímos de su descubrimiento de las zorras y él centró su atención en aquella que expelía su aroma, viva y caliente.
Comenzó su acoso mirándola fijamente, ella se abrió deseosa de más, el culo no se quedó atrás y se exhibió para delicia de su observador. Me gusta ese juego de miradas cuando ya hemos tirado, al revés es más común, comenzar con miradas y exhibiciones y después tirar como enfermos, pero este orden es mucho mas escandaloso, la zorra está desordenada, abierta, pegoteada y se muestra orgullosa de su descalabro. Sus manos no tardaron en penetrarme, una se abrió paso por la zorra y la otra por el culo, su pico estaba parado, nuevamente duro. Después que me arrancó unos cuantos espasmos y sacó sus manos, yo ataqué su pico con mi boca, pero seguía demasiado caliente como para olvidarme de mí y dedicarme sólo a él, me monté en un 69, su boca ansiosa aumentó mi delirio y por primera vez tuve uno de esos orgasmos apoteósicos, que sólo había tenido anteriormente con mi mino. Presionaba mi zorra contra su boca intensamente y mis bramidos emergieron descontrolados, con su pico atravesado en mi garganta.
Satisfecha y feliz me dediqué a darle placer con mis manos y mi boca, me montó al revés quedé con mi boca chupando la bolas y el perineo, jugué deliciosamente con mi lengua por su culo hasta que me chorreó nuevamente.
Al acabar su pico seguía erguido, caliente, con ganas de más, pero yo ya quería irme, mi perro me esperaba y me encanta irme así, dejándolo con la bandera a tope.
Ahora fue él quien sacó la conversación acerca de un posible trío, sabemos que no es fácil pero me da gusto que el tema ya se haya instalado, le confesé que mucha veces había fantaseado con un trío en el cual él era uno de los integrantes, me dijo que él también lo hacía muy a menudo.
Yo seguía muy volada y muy caliente también, me ayudó a vestirme y me dio gusto que se fuera excitando cada vez más en la medida que me iba vistiendo. Disfrutaba cada prenda.
En un momento me dice:
-Trinidad, ¿qué pasará el día que me enamore, me case y quiera serle fiel a mi esposa?-
-Tú te lo pierdes- fue mi respuesta. No era la que esperaba, él quería que le dijera que íbamos a seguir tirando igual, pero él puso su querer ser fiel y con eso yo no puedo hacer nada.
Entonces me dijo que podríamos hacer un trío con su supuesta esposa, yo me quedé un rato callada lo dejé fantasear y después le dije:
--Tú sabes que no me gustan las minas-
-¿Y si le ponemos pico?-
El ataque de risa nos inundó como locos,
-Le decimos que se siente en un sillón y que nos mire mientras tiramos- me decía entre carcajadas.
- …y que se corra una paja en el pico de mentira-
- …y que acabe- yo lloraba de la risa , me imaginaba esa situación tan rara de una mina con arnés acariciándose el pico y no podía más de risa.
Después me contó que a un amigo en común le decían la tele mala, porque tenía pésima imagen, no tenía control y se prendía sólo.
Estábamos sentados en el borde de la cama, abrazados como amigotes, volados, cagados de la risa y calientes. Adoré esa situación.

Pero mi mino me jala con una fuerza sobrenatural, si no fuera así seguro me habría quedado toda esa noche con mi amante, porque cuerda teníamos para rato, pero ya quería a mi perro conmigo. Así es que me acompañó hasta mi auto y me las emplumé.
Debo confesar que igual el haber tenido ese polvo apoteósico me causó una pequeña perturbación, siempre lo pasaba muy bien, pero a años luz de lo que me hace sentir mi perro, entonces me fui a su casa con un leve sentimiento de culpa, mezclado con la felicidad propia de las delicias del buen sexo.
En fin, sentimientos encontrados que luchaban por posicionarse en mi cuerpo, ganó la felicidad, ya que el encuentro con mi perro fue absolutamente exquisito.
Me recibió en la puerta casi en la calle y yo me derretí apenas sentí su aire caliente rozando mi boca, en el estacionamiento, apoyada en la parte trasera del auto, atracamos sin pudor, hubiera tirado en ese lugar a vista y paciencia de los transeúntes, me encanta perder la cordura, enferma de caliente.
Ni siquiera puedo recordar claramente lo que pasó en los minutos siguientes, pero la sensación de calentura se multiplicó apagando la conciencia.
Cada poro de mi piel erizada exigía que aplacaran las ganas.
No llevaba ningún trofeo grabado en la cámara, pero le entregué toda la lujuria del universo concentrada en mi cuerpo, que palpitaba ardiendo.
Esa fue una noche inolvidable, la mejor de las mejores, todos ganamos nuevamente.

5 comentarios:

  1. Trinidad, sería tu esclavo sexula de por vida, eres mi diosa y lo sabes.

    Me corrí una buena paja gracias a este texto ayer. Sólo añoré que no me vieras chorrear mi pico por tí.

    A ver si es verdad y el cambio horario nos permite follar como nos gusta otra vez.

    C.

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  2. UMMMMMMMMMMMMMMMMMMM!! QUE GNAS DE TI AMOR. TE DESEO TANTO COMO SIEMPRE ME CORRO CON TUS RELATOS UMM Y TE SIENTO MUCHO.. DESEO SER TUYO UMM

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  3. Efectivamente, el relato es apoteósicamente enervante, voluptuoso y cálido en todos sus puntos. ¡Felicidades!
    Da gusto leerte y más aún sentirte.
    Bsss

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  4. hola Trinidad, hace tiempo que no comento nada, pero he seguido TODOS tus posteos, ¡¡¡que ganas de ser tu joven amante!!! no sabe lo afortunado que es. mi boca quiere recorrer tu sapito jugoso y meter mi cara en esos maravillosos pelos, nunca los cortes porfa! me excitas demasiado............. perro

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  5. Me gusta lo que he leido, seguire viniendo y viendote. Un besazo.

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