sábado, 12 de diciembre de 2009

MIS PSICÓPATAS Y YO




La verdad es que nunca he sabido porqué siempre me han ligado tanto los machos algo psicópatas, si no son de un tipo, son de otro. Al principio pensaba era pura casualidad, pero ya a estas alturas de la vida estoy segura que yo debo tener algún magnetismo especial, que me lleva derechito a buscar y seducir machos con algún tornillo suelto.
Ahora también he tenido algún loco anónimo gratuito, haciendo tantas llamadas psyco a mi casa, de esas en las que se escuchan jadeos mezclados con unos “te deseo” “me tienes loco”, que me obligó a cambiar el número, pero me declaro cero responsabilidad en ese caso.
Ahora vamos a hablar de MIS locos, aquellos que asumo como míos.
El primer hombre de mi vida, mi ex marido… perdón, en honor a la verdad mi marido, aún no me he divorciado. Era un ejemplar que entra dentro de esta categoría. He contado en un posteo anterior que era enfermo de celoso, quería que yo me vistiera con trajes sastre, aunque tenía 21 años acepté a regañadientes, pero nunca pude hacerlo porque simplemente no hacían ese tipo de vestuario de mi talla, entonces él vigilaba cual halcón, que mis indumentarias no tuvieran los hombros descubiertos, ni con tirantes; que la tela no cayera de modo de insinuar mis escasas curvas y que no se trasluciera nada, nada. Por supuesto el bikini fue desterrado de mi closet por ser una prenda impúdica. Jaja si supiera que ahora me muestro desnuda en Internet le da un paro (cardíaco).
Además trataba de acompañarme donde yo fuera, el problema era que el pobre tenía que trabajar, por lo que no siempre podía cumplir cabalmente sus deseos y entonces me realizaba periódicos chequeos telefónicos, yo debía llamarlo en cuanto volviera a la casa, como cada vez que lo hacía me increpaba por demorarme mucho, empecé a correr cómo loca detrás de las micros, colectivos o lo que fuera, con tal de evitarme la diaria reprimenda, pero ahí la cosa se puso peor, … explotó… porque no entendía por qué me demoraba TAN POCO. Si eso no es locura ¿será ordenar los billetes por Nº de serie y cruzar los cheques con regla?
Bueno toda esa psicopatía sólo le sirvió para que yo cansada de pasarlo mal por amantes inventados por él, me buscara uno de verdad.
El psicópata del Jeep, un Don Juan hecho y derecho, mentiroso compulsivo y también extremadamente celoso. No me celó nunca con el tema del vestuario, pero sí con cualquier actitud o interés que yo tuviera por alguien del sexo opuesto. Fue una relación muy venezolana, con peleas en mala y todo eso. Terminaba con él todas las semanas y como este loco tenía alma de detective me seguía los pasos, se estacionaba en mi camino, me seguía en su vehículo durante cuadras mientras yo caminaba y cuando se enojaba porque yo no lo pescaba me tiraba el Jeep cruzándose arriba de la vereda, ¡¡Qué chévere, qué pasión!!! Eso mezclado con envío de rosas rojas, con manipuladoras palabras astutamente escogidas para la tarjeta.
Yo creo que veía mucho el Súper Agente 86 ya que se dio el trabajo de encontrar un lugar en el edificio del frente de dónde yo trabajaba para vigilarme, es bien heavy mirar distraídamente por el ventanal de tu edificio, piso 8 y encontrarse de golpe, con tu ex mirándote enloquecido, desde la ventana del frente.
Además siempre sabía cómo averiguarlo todo. Yo que soy enferma de pajarona le entregaba como si nada, mis números de cuentas y como él muy gentilmente me ayudaba con los correos electrónicos, terminaba teniendo mis claves y abriendo mis emails.
El último escándalo me lo hizo porque revisaba por internet mis llamadas de celular ( yo ni siquiera sabía que eso pudiera hacerse) y como no le gustaba que yo hablara demasiado con mi ex, me weviaba por eso (¿qué loco no?). Yo indignada al ver mi intimidad vulnerada lo mandé a la cresta, pero con el típico “nunca más… te lo prometo”, me convenció y volví con él, pero cambiando la clave de internet para que no tuviera acceso. ¿Me pueden creer que me llamó ofendidísimo cuando se enteró del cambio de clave al tratar de ver una vez más, a pesar de las frescas promesas, el listado de mis llamadas? ¿Cómo era posible que yo le hubiera hecho algo así? Recuerdo que después de ese escandalito me escribió una carta muy adolescente en donde me decía que él no podía soportar que yo tuviera algún contacto con mi ex así que esperaría a que yo cortara definitivamente todo contacto con él para que pudiéramos retomar nuestra “relación”. Yo recibí esa carta como un verdadero regalo del cielo, era mi pase de escape, simplemente no contesté nada, era evidente que yo no haría nada para estar con él, a los pocos días mi ex empezó a recibir emails anónimos…que le hablaban de mí…era lo único que me faltaba. Ese weón si que era loco y del tipo peligroso. En serio, él me aterrorizaba.
Ahora me da mucha risa y de verdad no sé porqué anduve tanto tiempo con él, lo pasaba mal además sabía que yo era una de tantas. No tenía la necesidad de andar de detective, me entregaba solito las pruebas y la verdad nunca le creí nada, mentía demasiado, incluso sin necesidad. Lo único que me dejó más tranquila con la vida es que me contó que se encontró con una mina estilo “Atracción Fatal” con la que lo pasó muy, muy mal. Jajaja el loco se encontró con otra loca peor. Justicia Divina como diría Julito Martínez.
Después de eso me enamoré como enferma de otro espécimen muy especial, requetecontra casado, era diferente, mucho más controlado y racional, pero no por eso menos controlador. Claro que debo reconocer que yo se las entregaba en bandeja, siempre agachando las orejas y asumiendo mi culpabilidad, aunque nunca tenía claro qué era lo que hacía mal. Ese era el que me contaba las costillas para determinar donde debía llegar mi escote, él me acompañaba a comprarme la ropa, le gustaban las tenidas de Saville Row (eran mejor que los trajes sastre), pero me quedaban como carpa, definitivamente nunca he tenido el tipo institutriz inglesa. Recorríamos los malls de punta a cabo, rajadísimos, en horarios insólitos y bien escondidos y cuando encontraba que por fin algo me quedaba bien, salía afuera del probador y veía su mirada de desaprobación inmediata…demasiado corto o demasiado escote o demasiado ceñido o demasiado ligera la tela o demasiado juvenil el modelo, en fin terminaba por comprarme algo que yo encontraba feo, que me quedaba grande, pero carísimo, creo que esa era mi pequeña venganza. Nada de jeans ajustados porque eran de ordinarias, vuelta a desterrar el bikini (que yo había desempolvado cuando mi marido dejó de importarme) ya que según él era inapropiado para una mujer de 32 años, escándalos devastadores porque algún antiguo amigo osaba poner su mano en mi hombro, en fin millones de cosas por el estilo.
Tuvimos buenos momentos, yo debía viajar por motivos de trabajo y él me seguía por donde anduviera, aprovechando todas las oportunidades que teníamos para dormir juntos, y para jugar un rato a ser matrimonio, incluso en un profundo acto casi religioso nos despojábamos de nuestras argollas de matrimonio…las que volvíamos a poner en su lugar cuando el avión pisaba suelo chileno.
Era un personaje, todo un caballero, profesional top, admirado en su medio, había vivido algún tiempo en Inglaterra y en USA. Un hombre de mundo, de elegancia sobria, entonces era muy divertido verlo en el aeropuerto de Balmaceda disfrazado con un gorro chilote por acompañarme a Coihayque. Lo artesa definitivamente no era su estilo.
Cada vez que yo tenía que salir él dejaba todo botado e inventaba unas chivas increíbles en su casa para que no lo cacharan (no sé si lo logró pero por lo menos yo, siempre hice todo lo posible para que nadie en su familia se diera cuenta de esta relación que duró cerca de 10 años) .
Recuerdo especialmente un viaje a un país Centroamericano, estábamos en una isla solitaria durmiendo siesta en una hamaca debajo de unas palmeras, el agua verde, la arena blanca, yo pensaba que no podía pedir nada más, ni mi mejor sueño hubiera superado ese panorama, la pena siempre era que todo duraba tan poco y debíamos regresar a nuestra vida de pareja clandestina y eso es de verdad agotador. Pero vivíamos locamente esos pequeños momentos en los que podíamos dar rienda suelta a los sentimientos. ¡¡¡UFFFFFFFF me puse muy romántica!!!!. Es que era muy romántico, recuerdo que la primera noche que pasamos juntos él estuvo toda la noche mirándome mientras yo dormía, cada vez que yo despertaba , él estaba acariciándome y hacíamos el amor dulcemente, como gente decente.
El problema era que aunque nunca le fui infiel ni con el pensamiento, tampoco pude llegar a ser la dama inmaculada que él quería que fuera…. aunque la perra se vista de dama… perra queda.
Y de loco en loco, creo que caí en el más loco de todos, MI MINO.
Es un tipo muy entretenido, ingenioso, agudo, brillante. Un macho tierno… un sexópata.
Es un encantador antisocial patológico, me cuesta la vida sacarlo de su guarida, incluso trabaja en su madriguera. Vive solo en una casa enorme de 5 dormitorios, pero duerme en la pieza de servicio.
A él le gustan las minas con historia y geografía y las recorre como una ciudad conociendo todos sus rincones y sus calles. Créanme ante sus pasos se “abren las grandes alamedas”… se abre todo.
Le encanta que yo me vista como quiera… siempre que me vea femenina, mejor si es sexy, pero le gusta más aún que me desvista ….o …que me desvistan. No sólo le dio rienda suelta a la perra que yo tenía bien amarrada adentro, además ha incentivado, estimulado e incitado cualquier gusto o perversión que implique un exacerbado goce sexual.
¿No encuentran muy loco que le guste, más aún que se caliente como enfermo cuando yo tiro con otro? ¿Que disfrute las fotos que me toman desnuda mis amantes después de tirar con ellos? ¿Que grabe mis relatos? ¿Que se deleite cuando llego caliente y mojada después de tirar con ellos? Quizá esta práctica es más común de lo que pienso, de hecho no hay muchos comentarios o preguntas de parte de mis lectores respecto de eso.
Es un voyeur, pero tira como los dioses. Es divertido, yo siempre me imaginé que a los voyeur, les gustaba mirar porque no tenían éxito en el sexo, entonces más bien se conformaban con ser espectadores, al fracasar como participantes activos.
Muy equivocada, él es delicioso, tira como los dioses, nunca le ha faltado mina (de hecho cuando empezamos él tenía otra). Debo reconocer que estoy más orgullosa que la cresta de ser su socia, su MINA, su mujer, su perra sucia.
Tenemos una conexión increíble, yo me siento como un libro abierto para él, no es sólo que yo no le esconda nada, sino que además demasiadas veces adivina lo que estoy pensando aunque ese pensamiento me sorprenda y escandalice a mí misma. El no se escandaliza con nada, su frase favorita es : “si no es biológicamente malo, es moralmente bueno”.
Que quieren que les diga, creo que este tipo de locura es el que mejor me queda. Nunca he sido más feliz en mi vida que ahora..¡¡¡sí …ya sé … estoy enamorada de nuevo…!!! Pero, yo siempre pensaba que el amor y el dolor iban absolutamente de la mano y que si uno amaba mucho, tenía que asumir la cuota de dolor inmediato, una ecuación: tanto amas …tanto sufres.
Ahora no hay nada de eso, tenemos algunas diferencias y a veces hasta tenemos peleas, pero son enfermas de rascas, y la ecuación es que el amor que nos tenemos es directamente proporcional al placer que nos brindamos.
Chutas esto no está en la línea hot de mi blog, jajja me voy a desperfilar. Pero las perras también tienen su corazoncito ¿ya?

3 comentarios:

  1. Encantadora en todo. Y así ya te reflejo en alguna de mis obras. Bsss.

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