miércoles, 30 de septiembre de 2009

TOMANDO CALDO DE CABEZA

Estuvimos varios días conversando y tratando de analizar la situación que habíamos vivido, compartiendo nuestras reacciones e intentando dilucidar los porqué. No logramos llegar a nada muy claro, pero lo pasamos chancho en ese intento.

A mí me interesaba muchísimo tener las cosas un poco más claras debido a algo súper concreto.

Faltaba que Chico Guapo me entregara el material final del trabajo que me estaba haciendo, lo que significaba que dentro de una semana tendríamos que vernos nuevamente y después de esa despedida no había que ser adivina para imaginarse la bienvenida. Pero eso era lo que yo podía esperar de él, ahora cuál sería mí parada ... eso era el gran misterio. Barajando las posibilidades, yo tenía todas las opciones posibles. Podía tomar algo de distancia y pedirle que entendiera que yo estaba en otra y que lo anterior era sólo un juego que estaba comenzando a pasarse de la raya, podía intentar (no sabiendo si resultaría o no) seguir jugando pero en el mismo tono, sin avanzar más, o podía ser drástica y aparecer molesta parando el carro de partida o seguir avanzando en el juego, lo que lo transformaría en un JUEGO MUY PELIGROSO.

Todo esto lo hablamos largamente una y otra vez, tú me dijiste lo que te he escuchado muchas veces “ lo que tú quieras va a estar bien, tú decides”. Suena maravilloso, pero me complicaba ene la vida, sobre todo si tenemos en cuenta que mis parejas anteriores me decían SIEMPRE que era lo que yo debía o no hacer, me gustara o no, sin derecho a pataleo. Yo lo pasaba mal, sufría harto, pero no asumía ninguna decisión. Ahora la cosa era distinta, yo debía tomar una decisión y apechugar no más.

En general sabía lo que no quería, no quería mentirte, engañarte, ni herirte. Pero me gustaba sentir la adrenalina de lo prohibido, de lo incorrecto, de lo sucio…sin hacerle daño a nadie.

Los días pasaban y cada día tomaba una postura distinta, al final me relajé pensando que haría lo que me diera gana en ese minuto y que después veríamos, me sentía súper querida por ti, muy protegida, era como tirarse al vacio pero con un paracaídas; existe la posibilidad de que lo pases mal en la caída, incluso es posible que te estrelles en el suelo, pero también es posible que vivas una experiencia única y a todo dar.

3 comentarios:

  1. Lo peligroso y lo prohibido son una combinación a veces extremadamente placentera. No obstante, al leer "tu caldo de cabeza" pareciera que tu disyuntiva no es esa, sino tomar una decisión y que además salir ileso de ella. Cabe recordar que toda decisión implica asumir consecuencias y ciertamente esas consecuencias, en este caso, son inciertas.

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  2. Salir ilesa es lo que hace entretenido este juego. Obvio ¿No? Además, ¿quién dijo que lo incierto es malo?

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  3. Por cierto, es justamente esa parte lo entretenido, la intención de salir ileso,más bien ilesa en tu caso .

    Pues no he dicho que sea malo, sólo que la consecuencia incierta agrega otra dosis de adrenalina a la decisión.

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