miércoles, 30 de septiembre de 2009

TOMANDO CALDO DE CABEZA

Estuvimos varios días conversando y tratando de analizar la situación que habíamos vivido, compartiendo nuestras reacciones e intentando dilucidar los porqué. No logramos llegar a nada muy claro, pero lo pasamos chancho en ese intento.

A mí me interesaba muchísimo tener las cosas un poco más claras debido a algo súper concreto.

Faltaba que Chico Guapo me entregara el material final del trabajo que me estaba haciendo, lo que significaba que dentro de una semana tendríamos que vernos nuevamente y después de esa despedida no había que ser adivina para imaginarse la bienvenida. Pero eso era lo que yo podía esperar de él, ahora cuál sería mí parada ... eso era el gran misterio. Barajando las posibilidades, yo tenía todas las opciones posibles. Podía tomar algo de distancia y pedirle que entendiera que yo estaba en otra y que lo anterior era sólo un juego que estaba comenzando a pasarse de la raya, podía intentar (no sabiendo si resultaría o no) seguir jugando pero en el mismo tono, sin avanzar más, o podía ser drástica y aparecer molesta parando el carro de partida o seguir avanzando en el juego, lo que lo transformaría en un JUEGO MUY PELIGROSO.

Todo esto lo hablamos largamente una y otra vez, tú me dijiste lo que te he escuchado muchas veces “ lo que tú quieras va a estar bien, tú decides”. Suena maravilloso, pero me complicaba ene la vida, sobre todo si tenemos en cuenta que mis parejas anteriores me decían SIEMPRE que era lo que yo debía o no hacer, me gustara o no, sin derecho a pataleo. Yo lo pasaba mal, sufría harto, pero no asumía ninguna decisión. Ahora la cosa era distinta, yo debía tomar una decisión y apechugar no más.

En general sabía lo que no quería, no quería mentirte, engañarte, ni herirte. Pero me gustaba sentir la adrenalina de lo prohibido, de lo incorrecto, de lo sucio…sin hacerle daño a nadie.

Los días pasaban y cada día tomaba una postura distinta, al final me relajé pensando que haría lo que me diera gana en ese minuto y que después veríamos, me sentía súper querida por ti, muy protegida, era como tirarse al vacio pero con un paracaídas; existe la posibilidad de que lo pases mal en la caída, incluso es posible que te estrelles en el suelo, pero también es posible que vivas una experiencia única y a todo dar.

martes, 29 de septiembre de 2009

REACCIONES INESPERADAS

La verdad es que esa incursión con el Chico Guapo me dejó harto mal, con angustia, con miedo, no sabía cómo ibas a reaccionar cuando te lo contara…¿y si no te lo contaba? No, no quería por ningún motivo empezar con engaños y mentiras, eso de verdad agota, sobre todo cuando tú no te las tragas fácil, además sentía que de alguna manera nos habíamos metido juntos en ese juego, entonces apechugar no más.

Ese mismo día fui a tu casa, traté de actuar lo más normal posible, pero tú eres algo así como un brujo, me cachai a la primera, me sacai la foto hasta por el tono de la voz y eso que yo tengo una vasta experiencia en el juego de las mentiras, pero a poco andar en la cocina de tu casa, me preguntaste en tono pícaro e inquisitivo si me había visto con mi ex amante, te contesté que sí: Mi cabeza andaba a mil por hora, tratando de adelantarme a tus reacciones, pensaba - si se enoja, le resto importancia al tema; si le duele, le cuento todo lo angustiada que he estado yo y por último le cargo la responsabilidad que le toca no más, si igual la tiene y al final qué tanto si sólo fue un beso y un agarrón de pierna no más.

Pero el interrogatorio continuó de lo más inusual, ya que te acercaste y con mucha ternura comenzaste a acariciarme y a besarme, y en medio de eso me preguntabas qué más había pasado, nuevamente entre mi ataque de nervios recuerdo que te fui contando cada acción, esperando siempre un cambio de actitud tuya, de la ternura a la frialdad o a la ira o a cualquier cosa negativa, pero tú parecías ir de la ternura a la calentura. Y yo iba de la angustia a la perplejidad.

Me alejé un poco y te pregunté qué te pasaba con todo eso y me contestaste que honestamente te calentaba mucho, igual parecías bastante acelerado con el tema. Lo de verdad heavy, fue cuando me preguntaste si a mí me había gustado. Honestamente ni siquiera me lo había preguntado, no lo consideraba importante, pero cuando tú me preguntaste me di cuenta que sí me había gustado y que esa era la razón más poderosa de mi angustia, tenía miedo de lo que yo podía llegar a sentir o dejar de sentir después de lo que había pasado.

El amor puede llegar a ser algo tan inmanejable, la química de la excitación más aún y una de las cosas que más me gustó siempre de nuestra relación, fue esa calentura enloquecedora que nos envolvió desde que nos conocimos, tenía mucho miedo de perder esa reacción que generabas en mí.

Pero esa misma noche se borró la angustia y la ansiedad, seguiste besándome y terminamos tirando en la cocina, despejando todas las dudas que se habían alojado en mi cabeza y muy probablemente en la tuya.

De alguna manera estábamos experimentando en la realidad esas cosas que elaboramos en nuestra imaginación, íbamos a necesitar tiempo para asimilar todo el torbellino de sensaciones y emociones que se habían generado con esa chispa, pero de algo estábamos seguros, mal no nos había hecho y eso nos dejaba muy satisfechos.

lunes, 28 de septiembre de 2009

PELIGRO LATENTE

El jueguito con el chat era oscuro pero me sentía bastante a salvo, cuando las cosas se ponían algo difíciles inventaba que llegaba alguien o que me estaban llamando y me desconectaba rápidamente. Me excitaba mucho realizar ese intercambio de provocaciones e ir avanzando siendo cada vez más osada, sorprendiendo, tanto con las palabras como con las fotografías, que fueron cada vez más hot.
Chico Guapo siempre ha sido un gran amigo por lo que cada cierto tiempo me ayudaba con algunos trabajitos en la pega. Cuando me di cuenta que íbamos a tener que vernos para uno de esos apoyos, casi se me para el corazón. Las cosas habían cambiado mucho desde la última vez que nos habíamos visto. En esa oportunidad yo estaba empezando contigo, por lo que resistí sus demandas sin muchos problemas, a pesar de sus insistencias.
Ahora habíamos chateado y en esas conversaciones yo lo había desafiado descaradamente, tener que vernos en forma personal me daba pánico, pero tenía que apechugar, o teníamos que apechugar, yo no me había metido solita en el problema, aunque tú nunca me obligaste o algo parecido.
Lo primero que hice cuando supe que se acercaba inexorablemente el día que nos viéramos fue hablarlo contigo, a ti todo lo contrario de molestarte te divertía bastante. Sólo te noté finalmente, levemente preocupado por mí.
No recuerdo exactamente tus palabras ya que cuando estoy muy nerviosa suelo olvidarlo TODO, pero la sensación que me quedó era que NADA de lo que pudiera pasar te parecía demasiado grave, era bien extraño que me dijeras algo así, pero ciertamente era lo mejor que yo podía escuchar dadas las circunstancias. Tus palabras me relajaron… pero no mucho. A Chico Guapo cuesta decirle que NO.
En todo caso después de darle muchas vueltas, saque la conclusión iluminada, que no por provocar de esa manera estaba obligada a conceder mayores favores y me convencí de eso, por lo que cuando tuvimos que concertar nuestra cita estaba algo más tranquila.
Yo quería que viniera a mi oficina, era un territorio mucho más seguro para mí o que por último nos juntáramos en un café cercano, pero Chico Guapo era quien decidía y me pidió que nos encontráramos en la calle, ya que pasaría por mí en su auto. Llena de nervios bajé esa tarde, haciéndome la súper canchera, mujer segura, dueña de sí misma, pero sobre todo no quería dar señales equívocas respecto de mi felicidad y satisfacción, nunca me he sentido más plena y satisfecha sexualmente que contigo.
Apenas me subí al auto me dijo: “Ya, nos vamos a un motel ahora mismo”. Yo me defendí como gato de espalda, -que NO PODIA, que tenía mino, que tenía que volver a la pega luego, que estaba con la regla y cualquier otra cosa que me salvara- él se rió y me tranquilizó pidiéndome que lo acompañara a tomarnos un café en honor a los viejos tiempos, sólo que quería un café rico y no en la esquina.
Apenas me sentí más confiada recuperé mi actitud desafiante y empecé a torearlo de a poquito, disfrutando nuevamente de este juego cada vez más peligroso.
Nos tomamos el café entre risas y coqueteos, conversando de la vida, de la pega y de nuestras parejas. El a diferencia mía estaba muy mal con su mina, pero le quitaba todo dramatismo a esa circunstancia. Igual yo apuré la cosa así es que terminando el café le pedí que volviéramos.
Me subí al auto para que me regresara a mi oficina y ahí cambió la cosa. Me quedó mirando y con una actitud absolutamente decidida puso una mano en mi rodilla y empezó a subirla por debajo de la falda, yo lo detuve ahogada, el sonrió, hizo andar el auto y ahí yo tuve un momento de pánico pensé que tal vez iba a tener que protagonizar una escena en la entrada de un Motel. Cuando me di cuenta que íbamos camino a mi trabajo me volvió el alma al cuerpo y volví a sonreír relajada, era como estar en una montaña rusa con la adrenalina a mil, tenía la imagen de su mano en mis piernas, eso me desestabilizaba. Cuando llegamos, antes de bajarme del auto me acerqué para despedirme y me tomo la cara con las dos manos y me dio un tremendo beso en la boca.
Me bajé como si no hubiera tenido mucha importancia, pero la verdad me dejó tremendamente preocupada...por mí, por ti, por nosotros.

viernes, 25 de septiembre de 2009

HABLANDO DE NOSOTROS





Eres fetichista y de gustos muy extraños. He disfrutado como enferma conocer todas esas rarezas tuyas, sobre todo porque son tan divertidas. Hay que reconocer que tienes algunas bastante usuales, como haber guardado en un lugar muy especial de casa, en una bolsita roja de terciopelo, uno de mis colaless de color negro, por supuesto usado previamente en una de nuestras citas hotísimas, de vez en cuando me pides que lo cambie por que se le acaba el olor. Eso no me parece muy extraño, creo que muchos y muchas pueden guardar como recuerdo o trofeo alguna prenda íntima.


Algo más raro es que cuando en verano me hago el rebaje del bikini, tú guardes en un papel los pendejos que salen volando en esa tarea. Ese culto a esa oscura maraña de pelos púbicos lo encuentro delicioso, porque trasmites esa fascinación cuando jugueteas con tus dedos enredados en mis pendejos, ahora raros somos los dos, porque a mí, además de que me encante sentir tus manos en mi zorra, me vuelve loca una pulsera de plata que tienes, tiene la forma de esas que llaman pulseras magnéticas, terminan en dos bolitas ……..y ésas son las que me encantan, sentir las bolitas de metal traficando por mi zorra empapada me enyegüece.


Otra costumbre tuya es ponerle “nombre” a todo, ya he hablado del Brrrrrryan o el Brrrruce, pero todavía no he dicho nada acerca de tu más fiel amigo, ese que va a todas partes contigo, compañero de tantas batallas y que tantas satisfacciones te ha entregado… bueno a mi también: Tu delicioso pico. El parece tener vida propia y toma decisiones propias también. Según lo que he sabido se llama Arturo, pero no le gusta su nombre, entonces prefiere que le digan Lucho. Es total el Lucho en todo caso, tiene algunos caprichitos pero en general se cuadra apenas es solicitado, buen porte, buena presencia, trabajador y eficiente. A veces incluso se despierta muy temprano a realizar sus ejercicios de Yoga, entonces se yergue en su esplendor debajo de las sábanas y arremete con delicadeza…por si pasa. Tiene mucho carácter, no le gusta que lo agarren pa'l weveo, así es que si lo torean, hay que prepararse para lo que dure la embestida, jajaja, nunca son pocos minutos.


Eres un “voyeur” y yo soy exhibicionista, entonces hacemos la pareja perfecta. Te calienta como loco mirar TODO, disfrutas con el espejo, con las fotografías, con mi ropa interior de perra y con mi descaro para mostrarme frente a ti, sin pudor. A veces me masturbo largamente con el Brruce mientras tú me estas mirando, frotándolo contra mi clítoris, metiéndolo y sacándolo lentamente. Juego tentando a Lucho, hasta que este último toma su lugar, entonces el Brruce sigue con su trabajo por fuera.


Raros, juguetones o pervertidos?…un poco de todo hay, sobre todo si recordamos esos chat a los cuales me incitaste y que después coleccionas.


jueves, 24 de septiembre de 2009

GOLOSOS TODOS



Cuando chateaba con otros mientras estaba contigo en línea, me reprimía bastante, entonces establecimos que si alguno de mis amigos aparecía, tú te desconectabas inmediatamente y yo quedaba chateando sola con él, eso me resultaba muchísimo más cómodo.
La primera vez que le puse una de esas fotos a Mr. Big casi se muere, estaba bastante escandalizado, feliz pero con susto, jaja, la verdad estaba más asustado que yo respecto de si podrían verla otras personas además de él. Como era de esperar se le pasó rápidamente la timidez, después reclamaba porque las fotos estaban muy chicas y no podía verlas bien. El “yo también te puedo sacar fotos” calcado del Chico Guapo. A veces no estaba sólo en su oficina cuando chateábamos, entonces la cosa era a mil, ocultando las fotos cuando alguien aparecía. No es muy recomendado para cardíacos, a mí muchas veces me pasaba lo mismo y además tenía que vigilar que no entrara al MSN algún conocido que no pudiera ver las fotos, toda una odisea…complicado porque en esas condiciones puede pasar largo rato sin conversación y cuando uno está en esto, necesita la respuesta inmediata.
Otras veces estábamos más tranquilos con algún minuto libre y ahí le dábamos con todo, algo así como un Chat al Velador a la hora de colación. Lo divertido es que ellos SIEMPRE QUIEREN MAS.

Mr. Big dice:
estás en el sur??
Trinidad dice:
no en santiago city
Mr. Big dice:
hola po..
Trinidad dice:
como estás tanto tiempo
Mr. Big dice:
si po..
Mr. Big dice:
han sido laargos mese de no saber nada de ti..
Trinidad dice:
salgo de vacas
Mr. Big dice:
que rricoo.
Mr. Big dice:
que rrica..
Trinidad dice:
Viste?
Mr. Big dice:
foto nueva??
Trinidad dice:
tengo nuevas
Mr. Big dice:
aers??
Mr. Big dice:
puedes?
Trinidad dice:
si claro
Trinidad dice:
si me tientas......
Mr. Big dice:
algo mas cerca....pliiss...jajajajajja
Mr. Big dice:
no veo nada!
Trinidad dice:
tienes que hacer un esfuerzo
Mr. Big dice:
pero vamos paso a paso....
Mr. Big dice:
estai bien rrica !!!
Trinidad dice:
te gusta ese paso?
Mr. Big dice:
Uuuuuuu claro q si...
Mr. Big dice:
no sabes hasta donde llegaría mi lengua si te pones así
Mr. Big dice:
pq será que te veo así y me dan ganas de chuparte...como si fueras un huesito de pollo..
Mr. Big dice:
q rrico..
Trinidad dice:
que riko!!!
Mr. Big dice:
que wena esa foto...
Trinidad dice:
es muy bonita
Trinidad dice:
pero sé que esta te gusta mas
Mr. Big dice:
siiiiii
Mr. Big dice:
me trae buenos recuerdos...
Trinidad dice:
goloso
Mr. Big dice:
y cuando nos podríamos ver...o estás en otra..?
Trinidad dice:
tú sabes que estoy en otra

………………

Uno de los grandes problemas de este juego de los Chat eróticos, es que quita mucho tiempo y tú te me ponías goloso, igual que ellos siempre querías más, además que con esto de tener que esconderse, alguna veces en vez de bajar la ventana del Chat la cerraba y ahí me costaba la vida encontrar dónde había quedado guardada la conversación para enviártela. Algunas simplemente se perdieron en el Ciber espacio, las otras forman parte de tu colección. Bien fetichista el Weón.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

LAS POSIBILIDADES DEL MSN


Mis amigos con ventaja siguieron comunicándose conmigo, después de ya iniciada mi relación con mi mino. Ellos por supuesto estaban muy contentos de que yo estuviera enamorada y feliz, pero más de alguno lloriqueaba por no tener la posibilidad de juguetear como antaño, me decían “ y para qué le vamos a contar” . Entre chiste y chiste alguno arremetió con mayor insistencia. Yo siempre me dejaba querer, pero en la firme convicción de que era una mujer feliz y satisfecha y que no quería arriesgar lo nuestro de puro perra no más.
Muchas veces chateaba con ellos y en esos chat la conversación subía de tono, pero estaba a salvo, la lejanía hace que las cosas se puedan controlar eficientemente.
En esa época también chateaba mucho contigo y cómo me habías sacado unas fotos desnuda que eran muy bonitas, yo te las ponía en la pantalla mientras chateábamos. Una tarde estábamos en esa cuando apareció Chico Guapo en el MSN, yo rápidamente cambié la foto del perfil, y te expliqué lo que estaba pasando. Tú me preguntaste si me gustaría que él viera las fotos, y ahí la cosa se puso peluda. Lo primero que se me ocurrió fue un NO rotundo, de partida yo nunca me había fotografiado desnuda, pero dándole una vuelta la verdad es que si me provocaba hacerlo, entonces con la adrenalina a mil puse una de las fotos en el perfil, sabiendo que él las estaría viendo . Fue como poner dinamita, la mecha se encendió y mi compadre agarró calentura cómo loco, mi chat con él se puso muy hot, pero estaba contigo en línea entonces compartía contigo lo que hablaba con él, era una weá de copy/ paste terrible de difícil, pero necesitaba saber cómo estabas tú, qué te pasaba con esto. Tú me dijiste que le diera pa’ delante no más, pero me pediste que después te enviara la conversación por email.
Chico Guapo se puso exigente, me pidió que le enviara las fotos, que él era un fotógrafo de primera que podría hacerme fotos mucho más bacanes, todo en un contexto muy erótico, pero pidiendo más. No le di nada más, eso era más que suficiente.
No sabía hasta dónde te iba parecer divertido, hasta dónde te iba a gustar, hasta dónde te calentaría esta situación, pero tenía tu “permiso” entonces era cuestión que me dijeras que parara y yo nunca más no más.

Aparece Chico Guapo en MSN.

Chico Guapo dice:
que tal? como andas?
Trinidad dice:
bien ya mas descansada
Chico Guapo dice:
pon una foto bonita!!
Chico Guapo dice:
ya pue!!
Trinidad dice:
mas encima exigente
Chico Guapo dice:
otra!!!
Trinidad dice:
fresco
Chico Guapo dice:
yaaaa
Chico Guapo dice:
si nos conocemos
tu socia dice:
y tu trabajo???
Chico Guapo dice:
necesito inspiración!!
Chico Guapo dice:
más!!!
Chico Guapo dice:
quieres que te excite?
Trinidad dice:
veamos?
Chico Guapo dice:
quieres que te pase la lengua entre tus piernas?
Trinidad dice:
por los bordes
Chico Guapo dice:
por cada centímetro de tu espalda también
Chico Guapo dice:
te gustaría que te penetrara suave o fuerte?
Trinidad dice:
primero suave
Trinidad dice:
aumentando cada vez
Chico Guapo dice:
y que acabe dentro o en tu boca?
Trinidad dice:
para empezar de nuevo?
Chico Guapo dice:
de todas maneras
Chico Guapo dice:
hasta que acabemos juntos
Trinidad dice:
adentro mío
Trinidad dice:
con tu cuerpo sudado
Trinidad dice:
mojándome entre las piernas
Chico Guapo dice:
que rico
Chico Guapo dice:
estás mojada?
Trinidad dice:
ya me calentaste
Trinidad dice:
si claro
Chico Guapo dice:
podría poner mis manos y excitarte con mis dedos
Trinidad dice:
mmmmmmmmmmm
Trinidad dice:
mientras estas dentro
Chico Guapo dice:
pasar mi lengua suavemente
Chico Guapo dice:
penetrarte suavemente
Trinidad dice:
con tu pene rígido
Chico Guapo dice:
bien duro y bien caliente
Trinidad dice:
y yo bien mojada
Chico Guapo dice:
entre tus manos para que lo sientas latir
Trinidad dice:
y te corro una paja
Chico Guapo dice:
pero sin acabarme
Trinidad dice:
y te paso la lengua por los bordes sorbiendo las gotitas que salen de ti
Chico Guapo dice:
Mmmmmmmmm que rico
Trinidad dice:
estas muy caliente?
Chico Guapo dice:
estoy que rompo el pantalón


Heavy el tema, pero eran sólo palabras y eso da para mucho, ahora la exhibición de esas fotos, igual eran bien piolita, pero era raro que me incitaras a hacer algo así, la verdad me pasé hartas películas en un comienzo pensando que quizás querrías ver hasta dónde era capaz yo de llegar con eso, para después cobrármelo. No sé, mis experiencias anteriores eran tan distintas que no sabía bien qué pensar.
Con el tiempo me di cuenta que no tenías nada debajo de la manga, que simplemente te resultaba atractivo que yo realizara ese tipo de juegos, por lo que seguí haciéndolo de vez en cuando y te envío las conversaciones por email, hay que decir que tanto las conversaciones cómo las fotografías fueron cada vez más osadas.
Igual el juego es bastante oscuro …



martes, 22 de septiembre de 2009

NUNCA DIGAS NUNCA

Yo nunca he tenido problema alguno con el sexo oral, nunca le he hecho ningún asco, encuentro que es uno de los grandes placeres que podemos brindarnos en la vida.

Es absolutamente deliciosa una boca curiosa que escudriñe los escondites de nuestra anatomía. Que se traslade ávida atrapando un pezón, que se deslice por el cuello, por la nuca, por las axilas. Una lengua mojada y caliente metiéndose con delicadeza en cada uno de los bordes y pliegues de nuestra zorra, para terminar con la boca entera mamando el clítoris. ES MUY RICO!!!

También es muy rico chupar una boca y agarrar un pico erecto y lamerlo suavemente desde abajo hasta la punta, sintiendo el sabor de la gotita de semen que se escapa por calentura. Chuparlo metiéndolo completo en la boca (si tiene el porte de Mr.Big no cabe), mirarle la cara al dueño del implemento y tener la certeza del placer sublime que estás entregando.

Eso empecé a disfrutarlo con timidez al principio pero rápidamente me entregué por completo a los placeres del sexo oral.

Con lo que tuve muchos problemas siempre fue con mi culo, siempre sentía que los machos puro querían darme por ahí y yo lo único que tenía eran problemas para entregar el sitio. Cualquier cosa, menos esa. Después de mucho defenderlo y llena de miedos y reservas, acepté un par de veces las exploraciones por la ruta angosta, pero la experiencia fue muy dolorosa,..igual lo hice como un sacrificio, una suerte de inmolación por amor.

Cuando comencé mi relación contigo te expresé claramente mi posición acerca de esa manera de tirar y tú por supuesto, despojaste de todo dramatismo mi confesión y de vez en cuando intentabas alguna entrada furtiva a este lugar censurado. Recuerdo que una de las primeras veces que tiramos con pito, tú quisiste que te diera vía libre y a mí me dio ataque de risa, entonces después, más tranquila, te pregunté si te importaba mucho que no pasara, (para inmolarme nuevamente por supuesto) tú me dijiste que la verdad no te importaba mucho y que esperarías, que yo algún día iba a pedírtelo casi como un favor. Me reí de nuevo pensando en la franca imposibilidad de que esto llegara a ocurrir algún día.

Eso me tranquilizó bastante, pero me quedó dando vuelta el bichito de la curiosidad… y del ego. Si me creía tan bacán en la cama, cómo arrugaba con eso… si lo hacían otras minas seguro no les dolía tanto… Recuerdo que vimos unas imágenes en una película porno, en dónde este camino de tierra parecía más bien pista de alta velocidad, entonces tomé la determinación que tenía que intentarlo nuevamente, era posible que de a poquito fuera pasando el dolor, ahora que el dolor se transformara en placer era algo que veía absolutamente improbable, pero no quería negarte un placer a ti.

Te conté mi decisión y tú fuiste exquisitamente cooperador, nuestros primeros intentos fueron requete pencas a lo más entraba la puntita ya que el dolor era muy intenso, teníamos que parar e intentarlo de nuevo, a veces lograba entrar pero apenas nos movíamos, yo me quedaba algo así como paralizada. Pero un día después de intentarlo y haber parado por el dolor, lo intentamos de nuevo y el dolor casi desapareció, entonces empecé a disfrutarlo, me sentía la raja, poderosa, grande. Ahí me di cuenta que después del dolor podía venir algo de placer, entonces establecimos una técnica, el primer embate era doloroso, lo sacabas un ratito mientras el dolor pasaba y lo intentabas de nuevo, de esta manera el camino quedaba bastante más expedito y cada vez lo gozaba más. Pero teníamos el problema de la higiene necesaria y eso es bien mata pasiones, entonces nos costaba mucho determinar cuándo era el momento justo (como tú eres muy caliente, algo así como insaciable…jajaja….en honor a la verdad somos harto calientes).

Digamos que no es fácil tirar por el chico, pero esta práctica se ha convertido en una de mis favoritas, efectivamente he llegado a pedirte insistentemente me tires por ahí, cuando se me atraviesan las ganas no se me pasan con nada más, ya tenemos más experiencia por lo que hemos probado distintas posiciones y más bien me gusta que vuelvas a la carga por ahí mismo después de una pausita.

Algunas veces los sábados en la noche, que es nuestro día de polvos por excelencia ya que me quedo a dormir contigo, cuando no tiramos por el culo, siento que quedo en deuda. Que la fiesta no fue TOTAL. Quién lo hubiera pensado. Moraleja: NUNCA DIGAS NUNCA.

domingo, 20 de septiembre de 2009

IMAGINACION, UN BUEN RECURSO


A estas alturas de la vida uno piensa que ya no puede cambiar, al menos no sustancialmente sin que se invierta una importante cuota de dolor, yo no creo que los cambios que yo he experimentado contigo sean sólo cosméticos, ciertamente han sido muchos y absolutamente alejados de cualquier sentimiento negativo, lo concreto es que mi manera de enfrentar el sexo es totalmente diferente a lo que era y creo que esos cambios vienen de adoptar una parada distinta, en dónde no hay censura, en dónde si tú quieres y yo quiero, está bien. Lo más importante es que no me juzgas nunca, las cosas no son buenas o malas, simplemente son.
Recuerdo que mis polvos anteriores eran bastante silenciosos, además de que mis orgasmos me daban apenas para un suspiro, no emitía ni una sola palabra a parte de TE AMO o TE QUIERO, y como en mi última etapa eso estaba bastante alejado de la realidad, me había convertido en una muda, sin sonidos ni palabras, me auto censuraba, es que la sola idea de pedir algo ya era inadecuado, entonces encontrar las palabras era muchísimo más difícil. Con las exclamaciones peor, ni siquiera sabía cómo, lo único que había escuchado en películas porno era…¡Oh My God!!!! Yes ¡!YES!! Eso es divertido por lo tanto no hubiera ocupado ni siquiera la traducción. Antes yo pensaba que todo tenía que sonar elevado y romántico, y cómo tirar no concuerda mucho con eso optaba por el silencio absoluto.
Tú me empujaste a las palabras, preguntándome TODO, si me gustaba lo que me estabas haciendo, si lo quería más lento o más rápido, si lo había hecho antes, quién me tiraba de esta manera. Ibas inquiriendo cada vez más detalles acerca de mis experiencias sexuales previas.
En la medida que fui entrando en el juego, te fui entregando mis palabras y relatos de a poco, al principio de manera muy tímida, me costó pero, con paciencia fui haciendo esto sin salirme de la atmósfera de excitación. Cuando empezamos a realizar esta práctica con mayor fluidez, tú propusiste otro juego:

Invitar a mis ex, en forma imaginaria, a participar mientras estábamos tirando. Me preguntabas a quién quería invitar, si a Mr. Big, Chico Guapo o a cualquiera de los otros, yo te entregaba un nombre y ese era el escogido para que me tocara, corriera pajas, me chupara o me penetrara imaginariamente. Yo cerraba los ojos y trataba de recrear los momentos de placer que había vivido con ellos, y traerlos a mi cabeza para revivirlos mientras tú me acariciabas. Muchas veces incluso me tirabas en mis posiciones favoritas con ese personaje cuando estaba al borde del orgasmo, para que yo acabara de esa manera. Parece que es una muy buena forma de matar fantasmas.
Siempre este juego terminaba sin invitados, tirando sólo contigo, ya que esa es mi forma favorita de tirar, eres lejos mi mejor amante, aunque debo reconocer que empezó a gustarme mucho el jueguito de los invitados, sobre todo porque a ti parecía provocarte mucho placer también, además de que nunca has estado interesado en que esto fuera al revés, o sea, en querer revivir tus anteriores experiencias. Yo soy bastante celosilla y no me gustaría que imaginaras que estás tocando a otra o penetrando a otra. Aunque tenga la certeza que este juego no nos ha dañado en absoluto como pareja más bien todo lo contrario, me gusta ser la protagonista absoluta de todas tus fantasías. YO NO TE COMPARTO CON NADIE.

viernes, 18 de septiembre de 2009

UN AMIGO LLAMADO BRUCE


A pesar de que tu premisa antes de que yo llegara a tu vida era no dormir con minas en tu casa, yo me quedé a dormir contigo casi desde que empezamos, de patuda no más y de no tener idea la importancia que tenía eso para ti, y yo cacho que tú estabas demasiado caliente como para negarte. Al comienzo nos íbamos al segundo piso dónde todavía está la pieza de tu hermano que tiene una cama de dos plazas. Recuerdo que una mañana estando ahí, después de que me llevaste el desayuno, comenzaste a acariciarme y a correrme pajas, con ese instinto de jugador eterno que te caracteriza empezaste a buscar una especie de vibrador para masajes que se suponía estaba por ahí, no lo encontraste pero llegaste con una máquina de afeitar (de esas que ocupan Gillette) que era de tu papá, a la cual se le giraba la parte de arriba, y como una especie de juguete a cuerda comenzaba a vibrar. Ese fue nuestro primer y rudimentario juguetito, yo había probado las bondades del Brrryan con el Barbero, pero aún no te lo confesaba, me daba vergüenza. Es que cuando me preguntaste cómo tiraba con el Barbero yo te contesté que él era como un camión, pensando que era grande, robusto, tosco, muy poco sutil y con cero sensibilidad respecto de mí, pero tú interpretaste esa comparación como un weón de una potencia sexual arrolladora, me pasé largo tiempo dejándote claro a lo que me refería, entonces preferí omitir el jueguito con su plástico amigo, sobre todo después que te autodenominaste “autito chocador”.
Bueno, tiempo después te conté de mi experiencia con el Brrrryan, nos reímos, pero aunque no había sido una experiencia 100% buena, pensé que contigo la cosa se podría superar ampliamente, que no era una mala idea que incorporáramos un poco de tecnología, ya que a nuestro juguetito la cuerda le duraba demasiado poco y yo me quedaba con ganas de más.
No fue fácil armarse de valor y salir a una tienda a buscar a nuestro compañero, no es como comprarse un par de zapatos, primero vitrineamos largamente por internet, hasta que finalmente escondiendo los nervios partimos a comprar nuestro juguetito. No me lo quisiste hacer fácil, aunque era muy lógico que fuéramos juntos, no niego que tenía la lejana esperanza que esa parte difícil me la evitaras y que un día me lo tuvieras de regalo sorpresa, pero como no fue así, había que ir y escogerlo. Fuimos a una tienda en Providencia dónde no había mucha variedad, después de mirar la oferta exhibida, escogí uno de los más pequeños, los otros eran intimidantes. Imposible negar la incomodidad al estar frente al vendedor, ¡pero qué tanto! Cuando volvimos a la casa lo inauguramos inmediatamente y lo bautizaste “BRRRUCE” (algo así como un primo de Brrryan).
Desde ese momento Brrruce se ha ido incorporando poco a poco en nuestros polvos, le hemos sacado el jugo, hasta le agotamos la batería. Tal como lo intuí, ha sido lejos mejorada la performance del Brrryan, generalmente cuando estamos tirando, soy yo la que lo pido, pero algunas veces tú me lo ofreces, nos turnamos también en operarlo, a veces tú lo manejas y yo me entregó al placer de sentir, prolongando largamente la llegada del orgasmo, otras veces soy yo misma la que me masturbo exhibiéndome frente a ti, hay mucho morbo en eso, es develar algo que generalmente se hace en solitario. Siento que soy más afortunada que la cresta, tengo TODO lo que puedo desear, tus manos, tu boca, tu pico y mas encima un vibrador.
Antes yo les daba a estos juguetes la connotación de “consoladores” entonces me parecían eso, un premio de consuelo, un sustituto triste de mujeres solas. Nada más lejos de eso, nuestro Bruce se ha convertido en un apoyo, un agregado delicioso, juguete con inagotables posibilidades.

miércoles, 16 de septiembre de 2009

LAS DIFERENCIAS QUE MARCAN


Después de empezar a tirar con pititos la cuestión se fue a las nubes, todo se potenció y como nosotros tenemos súper buena onda en general y una tremenda calentura de base, nuestra forma de fornicar tomó ribetes espectaculares. Las fotografías fueron cada vez más porno, era como si el flash me encendiera, recuerdo que a veces al pedirte una pausa tú tomabas la cámara y empezabas a disparar mientras yo me exhibía y enloquecía cada vez más caliente, se iba a la cresta la pausa y empezábamos a darle de nuevo.
Tu forma de tirar desde el principio me pareció increíble, eras tan distinto a todo lo que conocía, te gustaba darte tiempo para todo; la intensidad, la preocupación, la dedicación que ponías en cada acto o gesto por insignificante que pareciera. La energía que emana de ti es desbordante. Pero vamos a lo más concreto.
Cuando te conocí ya tenía experiencia, no vamos a decir que era mucha, pero sí suficiente como para poder realizar algunas comparaciones. El tema del tiempo no es menor, algunos hombres duran 5 minutos, otros 20, otros 30(un cuarto pudahuel). La mayoría acaba un par de veces, sobre todo si duran poco la primera, en unos pocos minutos ya están listos para la segunda, la tercera es de excepciones, pero igual con todo eso no superan la hora (media pudahuel) y siempre acaban por lo menos una vez. Tú eres capaz de tirar 3 horas seguidas (pudahuel y media) y generalmente NO acabas. Noto que te encanta dejarme exhausta, con una sonrisa de oreja a oreja y sacarme tu pico duro y firme como si estuviéramos empezando, es como si te sintieras triunfador en grado máximo, listo para la otra batalla. Igual me costó tiempo entender que ese era tu goce máximo, que no buscabas eyacular y que no acababas porque no querías. En todo caso aún me cuesta entender cómo es que duras tanto rato sin cansarte, haciendo la mayoría de la pega y con tu arma cargada al 100%. Igual me encanta que acabes y sentir ese olor a semen tan especial, un poquito ácido.
La idea era encontrar el máximo placer y siempre un poquito más, no es sexo sólo genital, es descubrir en todos los sentidos, sentir en cada milímetro de piel, volar en cada pensamiento, llevar y dejarse ir, hacer realidad toda fantasía posible, oliendo, degustando, escuchando y respirando al otro como si fuera parte de uno mismo. Me convertí en una perra en celo, que pide y exige lo que quiere, que toma iniciativas, que propone y que va a todas, que es objeto de placer y que se asume como tal.
Después que derribaste muchos de mis dogmas en cuanto a sexo, me di cuenta que lo mejor era dejar de lado las negaciones e intentar todo con la mejor disposición. Al comenzar nuestra relación nos contamos todo lo que pudimos acerca nuestras vidas, y dentro de eso estaban las parejas anteriores y cómo nos relacionábamos con ellos, yo creo que siempre hay un poco de morbo en eso de querer saber, que te cuenten pormenores. Eso lo hicimos a grandes rasgos en los primeros meses, después tú empezaste a inquirir más y más detalles acerca de eso, querías saberlo TODO. Cómo, con qué frecuencia, dónde, cuánto gozaba, no me importaba contártelo, pero a veces me preguntabas en plena batalla, y ahí yo me iba a la mierda. Empezaba a recordar para contarte y se me pasaba la calentura, seguramente porque estaba condicionada a que ese fuera un tema doloroso, en mis anteriores relaciones estaba la parada de “no me importa tu pasado”, pero cada vez que era necesario se cobraba ese pasado.
Fue muy de a poco, después de mucho conversarlo y entendiendo que a ti más que no dolerte, te calentaba imaginarme con otro, que empecé a hablarte de ellos mientras tirábamos. Ahí abrimos otra compuerta.

martes, 15 de septiembre de 2009

EXPLORANDO

Contigo tenía mucho que explorar, me sentía absolutamente libre, entonces era tan rico poder vestirme sin censura y comportarme como YO no más. No era a lo que estaba acostumbrada, siempre antes tenía que coartar y censurar cada uno de mis gestos, vestuario y sobre todo mi actitud, ( me recriminaban hasta de coquetear con las meseras y nunca he tenido ni un pelo de lesbiana), me acuerdo que empecé a tomar mojitos, un mojito cuando salíamos a comer, esto me provocaba una calentura deliciosa, caminábamos las 5 cuadras que nos separan del restaurante hasta tu casa atracando como enfermos, yo llegaba casi sacándome la ropa en el camino, terminábamos tirando en la entrada de tu casa, yo te hubiera tirado apoyada en un poste , era muy rico, lo que no me gustaba era despertar con el hachazo, la mañana siguiente era latera a pesar de que nunca pasé de un mojito.
Lo otro que me calentaba mucho era el olor a cerveza en tu boca, antes me provocaba desagrado pero en ti resultaba exquisito, jajaja de enamorada no más, estoy segura que este es un tema de química, me calienta tu olor a macho, tu aliento, tu saliva , tu textura fibrosa, en resumen todo lo que venga de ti me excita como enferma.
Pero si de cosas nuevas se trata, lo que más me tentaba eran tus plantas mágicas, a mi edad yo había probado un par de veces la marihuana, pero lo había pasado mal, tu parecías muy feliz con tu práctica y yo que me había liberado de mis carceleros hacía rato, tenía ganas de probar como sería esto en un ambiente de más confianza y con mayor tranquilidad.
Fui yo la que insistió en que quería que tiráramos con pito. La primera vez fue a toda raja, yo en ese tiempo ni siquiera fumaba cigarrillos por lo que no me resultaba muy cómodo aspirar algo tan áspero, pero quería hacerlo así es que, una vez más darle pa’ delante no más, nos desnudamos atracamos un ratito y luego prendiste el pito. Me enseñaste a pasarlo directamente sin dejar el humo en la boca, empecé a sentirme algo mareada, estaba acostada en la cama y me invitaste a acariciarnos de pie, ese es otro de tus gustos a los cuales yo no estaba acostumbrada, me levante y empecé a sentir tus manos recorriendo mi cuerpo como agua caliente era delicioso, como si cada poro de mi piel estuviera esperando el contacto con tus manos, nos besamos chupándonos los labios y la lengua. Yo estaba cada vez más mareada, un poco angustiada y me fui a negro, me desmayé, me acostaste, me abrigaste y desperté un instante después contigo haciéndome cariño en la cabeza y en mi cara, con una mirada de amor de película , era como un sueño, estar viviendo un sueño, de ahí para adelante fue todo un tornado de emociones y sensaciones la raja, esa fue la primera vez que tuve una cantidad enorme de orgasmos, y de una intensidad increíble.
Habíamos tenido una conversación especial hacía pocos días, tú me habías pedido que te anunciara mis orgasmos ya que te costaba darte cuenta cuando esto pasaba, me decías que mis orgasmos eran como estornudos de gatos, eso era lo que yo había experimentado siempre y con eso me sentía bastante satisfecha. Me acuerdo que estuvimos conversando acerca de los gritos de las mujeres durante los orgasmos, yo tenía toda una teoría acerca de la falsedad de esto, de la contención de la energía, que si se gritaba se diluía el orgasmo, en fin todo lo que puede argumentar alguien a quien sus orgasmos le provocaban apenas un gemido. Bueno ese día fue el primero de muchos en los cuales experimenté esos orgasmos que provocan un grito o más bien un bramido que es imposible de controlar que sale del alma, un orgasmo descomunal, y no uno sino muchos. El pito me ayudó a destrancar, a concentrar, a lograr la exacerbación de los sentidos, a explotar en una fiesta de placer. Después de eso me reí como una loca, lloré como weona , desbordando amor por ti, sintiéndome tan feliz, sin una sola gota de oscuridad. Lo mejor de todo es que eso se ha repetido tantas veces durante los más de 3 años que llevamos juntos.
Me encanta tirar con pitos, sé que la fiesta será total, que mi cabeza se llena de colores y que me es mucho más fácil llegar a esa meseta que implica la calentura máxima… cuando tengo un orgasmo y después voy por otro y otro más y así hasta morirme de gusto, hasta asustarme de mis propios gritos salidos desde el fondo de mis entrañas, dónde la bonitura no tiene cabida, dónde nos transformamos en verdaderos animales en celo, y te imagino como un potro culiándome, montándome, agarrando mis ancas, metiéndome tu pico duro una y otra vez. Y todo eso sin hachazo al día siguiente.

sábado, 12 de septiembre de 2009

OTROS JUEGOS



En cuanto terminé mi relación con El Barbero, avanzamos vertiginosamente conociéndonos en todos los planos, pasábamos mucho tiempo juntos y después seguíamos hablando por teléfono, horas, la cuenta del teléfono ese mes fue vergonzosa, le pusimos la línea HOT, de verdad el aparato terminaba caliente, tanto como nosotros. Quería saber todo de ti y contarte mi vida como jamás se la había confesado a nadie. Tirábamos cada vez que nos veíamos, al comienzo me costó entender esa exacerbación tuya con el sexo. Tranca no más, porque yo también quería tirar como loca, pero como no buscaba sólo sexo, tenía miedo… sentía que si le otorgábamos demasiada importancia al sexo tendríamos tres meses de sexo feliz y después de eso nada. Tú fuiste súper claro, para ti eso era lo que importaba, de ahí partía TODO. AMOR había de sobra y muchas otras cosas más, así es que me relajé de a poco y me tiré de cabeza, confiando en mis instintos y en tu honestidad.
Lo importante siempre fue pasarlo bien, empezamos a jugar. Recuerdo que durante un tiempo empezamos con juegos de roles. Mi personaje era una periodista Opus Dei, que te entrevistaba para una revista familiar, por supuesto casada con varios hijos, me puse un vestido negro estilo Jacquie Kennedy, perlas al cuello y todo y después de varios emails llegué así a tu casa. (En tus correos tú le enviabas a esta piadosa mujer un dibujo de tu miembro al que estabas postulando a Patrimonio de la Humanidad). Obviamente esta mujercita era despojada rápidamente de todo su pudor y caía rendida ante tus delirantes masajes, que son capaces enloquecer a cualquiera, terminábamos tirando como locos. Ese juego cerró su etapa con rapidez.
Pero hay otros que nos enloquecen hasta hoy.
La ropa interior ha sido otro de nuestros elementos de juego, junto con el espejo y las fotografías (temas a los cuales me referí en posteos anteriores).
Todo lo contrario del Barbero, a ti te encanta mirar y admirar, disfrutar lentamente de todos los pasos, dándole tiempo a todos los sentidos. Empezaste a regalarme ropa interior sexy, medias para ponerlas con portaligas, te encantaba descubrir mis glúteos al aire cuando metías las manos debajo de mi falda o cuando tocabas el portaligas encima de los pantalones. Yo me sentía cada vez más deseada, me gustaba mucho después de la ducha vestirme con mucho cuidado, frente al espejo haciendo prenda por prenda lo que harías tú más tarde pero justo al revés, me excitaba mucho mirarme con detención para después saber exactamente lo que tú verías. Eso siempre es un juego delicioso, de vez en cuando me pongo ropa de perra, con corset, medias y todo…tengo distintos juegos, en color negro, blanco, humo, pero hay uno rojo que parece tener muchas preferencias… rojo Ferrari.. Sólo juega en contra el frío o el calor excesivo, jajja es un juego de media estación.
Lo importante de los juegos es querer jugar y hacerlo con todo, si no funciona… a otra cosa mariposa, siempre puede haber algo distinto que querer probar, también nos hemos dado baños de tina juntos, meterse al agua caliente y tirar despacio sin apuro, no importa que sea o no un jacuzzi, aunque el espacio puede llegar a ser importante. De a poco se va avanzando tomando confianza, se va conociendo qué es lo que le gusta al otro, cuáles son sus preferencias y uno se va conociendo mejor que es lo que siempre parece tan obvio y de verdad está tan olvidado, aprender a sentirse a gusto con lo que uno es, no con lo que otros quieren que seas.

jueves, 10 de septiembre de 2009

A PARTIR DE TI


El final de un proyecto, pero el principio de otro mucho más entretenido. Fue después del huracanazo de la Reina, que nosotros tuvimos nuestro primer y largo abrazo, y comenzamos a intercambiar emails. Tú entraste con TODO, yo estaba a la defensiva no quería arriesgarme, intuía tus peligrosas dotes de mago y cazador, pero estaba demasiado intrigada contigo como para darte filo y replegarme a mis trincheras.
Tus emails eran deliciosamente creativos, no podía evadirlos. En uno de los primeros que me enviaste me mostrabas tu casa …”Esta es mi casa. Si entrái por esa puerta y seguís derecho, vai a llegar a un patio al fondo del cual te vai a encontrar con… “ y ponías fotos que ilustraban lo que correspondía…”Después de atravesar un puente levadizo (imaginario, pero no por eso menos real), entrái a mi covacha, la capital de mi reino. ..Pese a que la casa es enorme, este breve espacio es en el que me siento más a gusto, con mi computador, mi música, las postales que me han mandado, afiches de teatro, etc… …”…”A veces, cuando quiero visitar otros territorios interiores, camino algunos pasos hasta el sector donde oficio de agricultor en pequeña escala y donde, en plena ilegalidad y voluptuosas… crecen mis plantas mágicas a las que, en un arranque de creatividad, suelo bautizar con nombres propios. Que no te quepa duda que, en la próxima temporada (que empieza en septiembre) va a haber una que se llamará Trinidad….. Así, después podré fumarte durante algunos meses. Y me hacías otras declaraciones que demostraban sin lugar a dudas que yo me había convertido en una persona muy especial para ti ( o simplemente querías que pensara eso) . ¿Qué más puede necesitar una mujer como yo para caer redondita? Te despedías con “Un beso apretado.” Recuerdo que leí muchas veces ese correo sola y un poco escondida, era muy osado si tenemos en cuenta que sólo habíamos conversado una vez en un café….también estaba el abrazo, pero había una razón menos erótica para justificar ese acto,… era el pago de una deuda.
Yo estaba intentando mi supuesta relación con el Barbero de la Reina, que gracias a que sus documentos fueron encontrados había elevado vuelo hacia el otro hemisferio, pero quería conocerte más, así es que te contesté así ese correo.

Estás lleno de maravillosas sorpresas, te intuí creativo, sensible, pero no alcanzaba a dimensionar la profundidad y el enorme campo en el que ejerces ese magnetismo especial, el de las personas que poseen brillo propio (no digo luz propia porque suena cursi, en cambio "brillo" le otorga un dejo más popular).
Me parece delicioso que a estas alturas de la vida, de tu vida, existan cosas que estés haciendo por primera vez conmigo… te quedaste viviendo en mi cabeza. Nadie me ha fumado nunca, o por lo menos no, que yo me haya enterado, jjajaja ....¿cómo será eso?
En todo caso considero un honor... HONOR....que una de esas criaturas vegetales, hijas de tus encantos, lleve mi nombre, y un honor mucho más grande que me fumes durante meses, así volarás conmigo...compartirás tus sueños, tus locuras...estaré inmersa en tu mundo, por ti y en ti.
Gracias por ese acto íntimo y generoso de compartirte conmigo, de mostrarme tu casa, tu rincones.....tu vida
Un abrazo apretado y un beso suave
Nos vemos

Perra igual, o sea, lo tuyo y un poco más.
Tu arremetiste así:

Breve manual de instrucciones

El proceso es el siguiente:
Se parte por escoger una semilla, que debe ser negra y lustrosa y se hace con ella un almácigo en una buena tierra de hoja. Al cabo de unas dos semanas empieza a asomar tímidamente un brote y, cuando ha alcanzado unos 20-25 cms. de altura, se le trasplanta al macetero. A partir de ese instante, el crecimiento de la planta es bastante rápido y es entonces que hay que comenzar a prodigarle diversos cuidados: protegerla de las arañitas blancas, de los pájaros, no regarla más de lo necesario, ir cortando las ramitas nuevas que crecen en las bifurcaciones para que se vuelva más tupida y, sobre todo, conversar con ella, contarle que su misión en la vida es la de convertirse en humo y sueños. A los cinco meses se forman los cogollos con su perfume intenso, salvaje y, al tocarlos, los dedos quedan pegajosos con la savia que los humedece. Ahí está su sexo, el que embriaga, el que eleva, el que transforma.
Me pregunto qué gusto vai a tener cuando te fume. ¿Un poquito áspero..? ¿Un poquito dulce..? ¿Un poquito de ambos..?
Besos

Era súper hot, demasiado tirado pa’ la punta y yo todavía me debatía entre mi fidelidad al Barbero que andaba lejos y las ganas de meterme de lleno contigo. Tuve algunos problemas con mi email y además ya no sabía qué contestar a ese mensaje lujurioso, entonces planté un silencioso espacio entre nosotros. Tú esperaste cuatro largos días hasta que embestiste con un correo muy corto pero imposible de sortear.
¿Dije algo que no debía o no dije algo que debía?
Besossss

No pude con tanto ingenio ….Me encantó , además a esas alturas el Barbero que andaba lejos me enviaba unos correos horrorosos, sobre cosas súper técnicas que me importaban un coco y más encima ni siquiera personalizado, o sea, se los mandaba a todas sus amistades. Nada que hacer…empezaron los chateos contigo y ahí sí que se puso más caliente la cosa. Me volví loca como nunca, me acostaba caliente y me levantaba peor, y mientras más trataba de convencerme que tú erai un weón que puro me queriai tirar y te ibai a mandar a cambiar 3 segundos después de ese acto, más ganas te tenía, más intrigada estaba contigo, más te metías en mi…en buenas cuentas, me enamoré como cabra de 15. Bueno tú no lo hacías nada mal tampoco, andabai como weón pensando todo el día en mí. Además tenías una seguridad arrolladora. Una vez pusiste una mano en mi hombro y dijiste “Voh soi mi mina” yo quedé muda sólo sonreí y pensé que eras muy patudo.

Ya conté en un posteo anterior, NUESTRO PRIMER POLVO fue justo cuando el Barbero estaba volviendo a Santiago. Tomando en cuenta lo que sentía por ti y mis experiencias anteriores, yo lo único que quería era poder terminar con él, pero insólitamente tú me pediste que esperara un poco. El Barbero había vuelto con serios problemas para la institución que dirigía y tú encontrabas que no lo podía patear pa’ más remate, ¿solidaridad de género o te sentías más cómodo en tu calidad de amante? No sé , En todo caso yo hubiera sentido más cargo de conciencia, si su comportamiento cuando estuvo lejos hubiera sido más tierno o cariñoso, o si al volver hubiese mostrado interés en verme inmediatamente, digamos un poco más loco por mí, pero él no creía en el AMOR A PRIMERA VISTA y llevábamos muy poco tiempo juntos. En todo caso siempre sentí que seguía demasiado enganchado con su primera mujer, enamorado de ella de verdad. Igual nos demoramos varios días en volver a vernos, él tenía muchos problemas y yo estaba empotada contigo.

Pensando en lo que tú me dijiste…que había que esperar, que el pobre hombre y todo eso, tiré con él una vez más, la verdad lo pasé harto mal, no tengo alma de buena samaritana, si es por eso el infierno me lo tengo más que ganado. Mientras estaba con él sólo sentía que estaba perdiendo tiempo que podía estar contigo, no quería herirlo, pero no me gustaba tener que tirar con él, quería terminar pronto, sacarme el saco que cargaba en mi espalda. Además por fin estaba enamorada, ¿qué cresta tenía que hacer con otro, que no era ni mi marido? Evidentemente mi actitud cambió, me corría cada vez que pensaba que teníamos alguna posibilidad de tirar…la decisión estaba tomada, lo cortaría la próxima vez que nos viéramos, pero hablando por teléfono una noche insistió tanto en preguntarme qué era lo que me pasaba, que le di la cortada, me costó harto, ya que evidentemente no le conté lo perra que había sido, entonces ocupé el antiguo argumento, de no estoy bien, no eres tú soy yo, necesito estar sola, etc. Ahí recién le dio la pataleta y le bajo un amor increíble hacia mí. En todo el tiempo que estuvimos juntos recién en ese minuto lo sentí más involucrado conmigo. Yo estaba muy disfónica, casi no podía hablar entonces era tan angustiante defender mi libertad ya que el tipo se defendía como gato de espalda dando vueltas mis argumentos cada vez que se sentía perdido, y yo tenía que insistir que quería terminar, en fin, fue duro, pero cuando colgué el teléfono, era TU MINA, y eso me hacía sentir fantástica. Había que puro darle pa’ delante no más …y ahí empezó a ponerse buena la cosa…






martes, 8 de septiembre de 2009

EL BARBERO DE LA REINA

Mi etapa de amigos con ventaja llegó a su fin por una decisión muy pensada, honestamente necesitaba algo más, el sexo a secas no me dejaba del todo feliz, no me sentía plena, me faltaba algo, entonces pensé que teniendo varios amigos nunca iba lograr nada parecido a una relación de pareja, ya estaba bastante recuperada de mi anterior ruptura, así es que debía cambiar de rumbo. Como resultado de esa decisión apareció en mi vida EL BARBERO DE LA REINA.
Lo conocía desde hacía muchos años. Un argentino simpático y bonachón, con dos ex-mujeres y dos hijos chilenos a cuestas, un tipo inteligente, buen padre, con gran sentido del humor (recuerdo que cuando te hablé de él refiriéndome a estas características, pensaste -a esta mina le falta pico, seguro tiran mal).
Este fue un proyecto buscado cuidadosamente, quería una vez más un proveedor, un tipo seguro y dominante, con infra, responsable y con quien poder proyectarme en un futuro como pareja.
Después que escogí el ejemplar que según yo cumplía las condiciones, me dispuse a ir a la carga. La cacería fue bastante fácil, unos coqueteos por aquí algunas declaraciones acerca de mi soltería y ya tenía en mi agenda una invitación a cenar. Cuando me preguntó si quería ir a alguna parte en especial o prefería una cena en su casa, supe que el guiso ya estaba cocinado. Preferí su casa, no quería darle más vueltas, así es que a la batalla.
La noche de la cena yo debía trabajar hasta tarde, era verano hacía calor, así es que me vestí muy sexy, unos pantalones negros ajustados, una blusa sin mangas transparente y una chaqueta encima, eso estaba bien para mi evento de trabajo, él iba a ir a buscarme a la salida del trabajo, pero llevaba guardado para cambiarme, un vestido largo de seda que me dibujaba muy bien la figura, que era muy cómodo y muy hot. Llegando a su casa le pedí permiso para cambiarme, el me ofreció la ducha, estuve a punto de aceptársela pero encontré que era un poco mucho.
Estuvimos conversando como siempre mientras él cocinaba, seguimos con el mismo tono de antiguos conocidos mientras cenábamos, ya les he comentado que no bebo alcohol pero dadas las circunstancias una copa de vino no venía mal, lo malo es que como no tengo costumbre tengo muy mala cabeza y a la altura del postre ya estaba mareada, pero resistía súper digna y esperando los embates de mi oponente, estaba segura que vendrían pero como pretendía que esta relación fuera seria, debía esperar que él hiciera la primera jugada.
Al postre vino por fin el cambio, me pidió que partiera un melón y yo estaba en eso, con las dos manos ocupadas cuando me tomó por la espalda, me dio vuelta firmemente y me dio un beso. El era bastante rudo, macizo así es que me dirigió y yo me dejé llevar, estuvimos atracando firme en la cocina, seguimos en el living, después me sentó en la mesa del comedor, me sacó las pantaletas y se instaló a chuparme la zorra, yo lo encontraba de lo más emocionante y bastante creativo, después de un rato nos dirigimos al dormitorio, encendió un velón para completar la escena. El vestido, al abrir el cierre, se deslizó por mi cuerpo tal como lo había previsto y ahí tiramos, con condón como Dios manda. Después de una breve ducha me fue a dejar a mi casa, te llamo mañana me dijo cuando nos despedimos, eso me daba la claridad absoluta de que estaba en el camino indicado. Estaba en vías de una nueva relación de pareja.
Mis antiguos amigos me llamaban continuamente pero yo había tomado la decisión férrea de mantener fidelidad, pensaba que de esa manera podía llegar a algo más parecido al amor. Esta nueva relación no era vertiginosa, pero yo pensaba que ya no estaba en edad de sentir ese amor que te vuelve loco, así es que debía trabajar para, quizás con el tiempo, lograr una satisfactoria relación de pareja.
El Barbero de la Reina era una persona muy culta y estudiosa, y de esa manera enfrentaba el sexo, de una manera estudiada, si uno hacía una evaluación teórica él sacaba el más alto puntaje. Con él me inicié en juegos que sólo veía en películas, fue de a poco sin forzarme, tiramos muchas veces sobre la mesa del comedor, pero fue aumentando el nivel de sofisticación, empezó a poner una venda en mis ojos-para aumentar otras sensaciones- después me ataba de manos…me ataba las piernas abiertas a las patas de la mesa, todo con mucho cuidado para que las ataduras no provocaran dolor. Con cojines para que estuviera cómoda y estando yo así, se sentaba en una silla y me chupaba la zorra hasta que acababa, después me tiraba parado mientras yo seguía atada en la mesa y con la vista vendada, era raro, mucha veces le pedí que me hablara ya que me sentía demasiado aislada a ciegas y atada, prefería tener alguna conexión con quien estaba tirando. Después de que tirábamos se iba a la ducha, lo acompañaba acostada mientras veía los goles del futbol argentino y me llevaba a mi casa.
Nunca reparó en mi ropa interior, decía que no le importaba que eso era sólo para sacarla, a mi me gusta ese tema, soy enferma de coqueta y empecé a tratar de adivinar cuales eran sus preferencias en ese sentido, pero simplemente no las tenía y como sin incentivo no se surge pensé que no tenía nada que aportar en ese sentido. El siempre cuando estaba desnuda me decía – tenés el cuerpo de una piba-era su más grande elogio, pero las pibas no usan ropa interior sexy y yo no estaba para ponerme calzones de algodón con patitos o algo por el estilo. Así es que ese fue un tema cerrado-
Empezamos a salir con frecuencia, conocí a su hermano que viajó desde Argentina, pero seguíamos bastante piola, no queríamos involucrar a la familia aún, a veces almorzábamos juntos, y después o antes tirábamos en su oficina, como Director le decía a su secretaria que no le pasara llamadas y tirábamos rapidito.
Teníamos algo parecido a un régimen de visitas, con dos hijos de diferentes mamás y teníamos que tratar de no coincidir con ninguno de los chicos para poder tirar con tranquilidad, entonces era algo así como domingo por medio y un día en el medio de la semana. A poco andar juntos me di cuenta que era un tipo muy dominante. Escuché muchas veces"Lo que tenés que hacer es esto" Eso me pateaba, aunque se tenga muy buena intención no es grato que a uno le digan lo que tiene o no que hacer, pero yo volvía a jugar mi rol de mujercita sumisa e indefensa, entonces le daba pie para dominar.
Llevábamos un par de meses juntos cuando me preguntó en un tono especial, si estaba dispuesta a jugar, la verdad es que eso me encanta, me siguen gustando tremendamente los juegos, así es que acepté gustosa , me vendó los ojos una vez más, eso ya formaba parte de nuestro juego habitual y con los ojos vendados empezó a acariciarme y a besarme, pero de pronto se alejó durante un momento, yo trataba de adivinar pero sólo podía saber que estaba en la habitación conmigo pero no imaginaba que estaría haciendo, al poco rato volvió a acercarse a mí, y empecé a sentir que me penetraba, pero no era como siempre, era algo mas helado, la textura era distinta, me di cuenta que estaba con un objeto, pero sólo hasta que empezó a vibrar estuve segura de qué se trataba, esa era mi primera experiencia con uno de estos objetos, era muy divertido, tenía orgasmos fáciles (A ti que te encanta ponerle nombre a todo, bautizaste como BRRRRRRRyan a su amigo de plástico ). El problema con Brrrrryan es que abusaba de él sin dar respiro entonces llegaba el minuto en que se me dormía TODO, y hasta ahí no más llegaba, sobre todo porque no había otros estímulos.
Otro día me dijo “¿me permitís que cambie tu apariencia?” ….yo dudé un poco, pero al final acepté, fue al baño y trajo una rasuradora y cometió el crimen, devastó mi pubis dejándolo en un desamparo horroroso, jajaja finalmente me dejó como una piba, sin un pelito. Nunca me había depilado completamente, sólo el típico rebaje, la sensación era muy rara, me sentía más desnuda, más expuesta, jajaja sentía que me faltaba algo importante, lo malo vino después cuando comenzaron a salir de nuevo, la picazón me volvía loca.
En esa etapa andaba cuando me topé contigo, me había quedado a dormir con él cuando me llamaron a mi celular y por esa conversación te enteraste que yo dormía en casa ajena, pero pensaste que estaba en un motel, lo cual te pareció muy interesante (esta mina no era tan compuesta como parecía). Esa mañana antes de irnos pasó algo bien insólito, él comenzó a buscar algo que al principio yo no sabía que era, al poco rato cuando buscaba un poco más desesperado me explicó que era su billetera con todos los documentos, yo había visto que tenía algo parecido a un banano y pensaba que era eso lo que buscaba, en unos 10 minutos se convirtió en un energúmeno diabólico, debía viajar en un par de días y no lograría recuperar los documentos en ese tiempo, yo ayudaba todo lo que podía, pero la cosa no andaba mal, andaba muy mal, comenzaron a volar los cojines, las sillas, las mesas…cuanta cosa estaba por delante, yo a esa altura trataba simplemente de no ponerme su alcance, pero no era nada fácil estar en medio de esa situación. Al final me quedé en un rincón bastante angustiada, cuando le pasa malo a alguien uno siempre piensa, “ojalá no me pase a mí”, ese pensamiento me llevó a corroborar si tenía mis documentos en mi cartera, mientras el huracán seguía embistiendo cada vez con más fuerza, miré con tranquilidad mi chequera azul que se encontraba en mi cartera, no sé que me llevó a mirar en su interior, pero al hacer esto sentí que el corazón se me detenía, no era mi chequera sino la que el dragón andaba buscando y que yo había puesto en mis pertenencias por error. Pensé durante un segundo quedarme piola, pero no pude, así es que junté mis fuerzas y me delaté, en ese instante llegó una calma inquietante y vergonzosa, yo le mostré los estuches que eran exactamente iguales, pero no podía evitar el bochorno de la equivocación y él se sentía miserable por haber tenido esa reacción desmedida y monstruosa. No les explico como quedó la casa. Lo único que salvaba un poco era que no nos veríamos en unos días. Ese fue el principio del fin.

domingo, 6 de septiembre de 2009

LOS OTROS


Además de mis dos amigos anteriores hubo otros personajes que no se hicieron merecedores de un capítulo aparte, pero me referiré brevemente a algunos de ellos.

EL SUPER MINO
Un MIJITO RICO, súper mino…de película. Mis otros amigos eran hombres interesantes pero este era un MODELITO (sin exagerar). Fuimos compañeros de trabajo y amigos sin apellido durante muchos años y nunca había pasado nada, él era bastante menor que yo y además yo andaba en mi matrimonio alternativo así es que ni pensarlo. Pero cuando estaba ya en esta nueva etapa de diversidad nos tocó, por motivos de trabajo, viajar juntos fuera de Santiago. No íbamos solos, era un grupo bastante grande (30 personas) y una tarde me llamó a mi habitación y me pidió muy gentilmente que fuera a la suya, yo de verdad ni me imaginaba segundas intenciones, entonces fui pensando que seguramente sería por algo de trabajo. Estaba muy equivocada, él sin mucho darle vueltas me dijo que me tenía un profundo cariño, muchísimo respeto y que entendería mi respuesta a su propuesta fuera cual fuera. Su propuesta era la más antigua del mundo, quería que tiráramos, que venía pensándolo desde hacía mucho tiempo y todo eso. Yo la verdad quedé muy sorprendida. Le pregunté – ¿cuándo?- y me dijo -ahora mismo- teníamos que asistir a un evento en unas horas más por lo que me dejó más plop. Francamente no me lo había pasado nunca por la cabeza, de partida no era el tipo de minos que me atraiga, era demasiado lindo…rico igual, pero lo que me hizo aceptar esa propuesta fue que todas las minas de todas la edades, andaban babosas por él, entonces cómo iba a arrugar si se me ofrecía en bandeja, (que pensamiento tan masculino ese) pero mentiría si dijera que fue otra la motivación para haber aceptado esa oferta.
El polvo en sí fue poooooobre, no por culpa de él, la verdad me calentaba mucho más cuando lo admiraba de lejos, ahora que lo tenía ahí con sus calugas perfectas, sus brazos torneados, sus piernas atléticas, su cara bonita y su miembro nada despreciable, no me pasaba NADA, admiraba tremendamente todos esos atributos pero jajaja…yo cacho que me pasmé, bueno, quedé en sostén como era mi costumbre en esa época y no tuve ni un orgasmo, nunca estuve muy segura si él lo tuvo, me dijo que sí, pero yo también le dije que sí. Al final terminamos conversando largamente en pelotas sobre la cama y después nos fuimos alegremente a nuestro evento. Nunca volvió a ocurrir nada más y tampoco nos alejamos, fue como si no hubiera pasado nada. Sólo que de vez en cuando me quiebro dejando entrever que a ese TREMENDO MINO me lo comí yo.

EL DE LA CAMIONETA
El Chico Guapo tenía un amigo, su amigo de infancia, un día apareció con él para hacer unos trabajos. Este hombre era soltero fanático y con un gran prontuario femenino. Mi Chico Guapo se iba de viaje por unos días y me contó que este personaje estaba interesado en mí y que me daba sus bendiciones si yo quería que pasara algo. Considerado de su parte, ¿no?. Esa semana empezó a rondarme, muchas llamadas, mensajes de texto, chateamos, invitaciones a almorzar, a cenar, al principio no estaba nada convencida pero él hizo un buen trabajo de seducción y mi Chico Guapo no estaba disponible. Tenía una camioneta gigante, una DAKOTA que cuidaba más que a él, en la que hicimos nuestras primeras aproximaciones. Vivía sólo con su hermano en una casa enorme bastante cerca de mi casa. La verdad es que andar en moteles arrancándose a la hora de almuerzo llega a cansar, entonces empecé a tirar con él los sábados en la tarde en su casa, a su hermano lo divisé un par de veces, la casa era lo suficientemente grande como para no toparse. Tirábamos harto rico, en su dormitorio el closet tenía espejos en las puertas y las colocaba de manera de poder ver cuando tirábamos, a mi no me gustaba mirar en esa época, pero igual le daba un sabor especial. Se autodenominaba un chupador de zorritas, le encantaba y la verdad era su especialidad, me decía que yo la tenía muy rica porque tenía los labios gruesos, que no le gustaban las minas con la zorra sin labios voluptuosos. Tenía un pico bastante grande, no tan grueso como Mr. Big pero de un muy buen tamaño, le gustaba mucho acabar encima mío y afuera sobre mi pecho, se sacaba el condón y acababa afuera, el condón era un tema, le cargaba y yo no le permitía que tiráramos sin él. A pesar de que tirábamos rico, que no tenía esposa y que tenía buena infra, lo eliminé de mi lista rápidamente, porque nunca entendió que la parte de la amistad y el cariño era súper importante para mí, era muy tierno y considerado cuando estábamos juntos, pero fuera de eso yo no podía contar con él y los amigos están para mucho más. En todo caso su última llamada fue hace muy poco tiempo atrás.

CABEZA DE AJO
Así lo llamaste tú porque era un tipo cercano a los cincuenta, con la cabeza blanca en canas, de esos que se creen la raja, la primera vez que nos encontramos con él llevábamos muy poco tiempo juntos. Cuando nos topamos con Cabecita de Ajo, él insistía en darme el asiento muy gentilmente, yo me negaba cada vez más nerviosa contigo a mi lado. En cuanto tuviste la oportunidad me preguntaste si había tenido algo con él, la verdad yo te contesté absolutamente condicionada por mis anteriores relaciones con hombres celosos hasta de su sombra, así que te dije, “No, nada que ver…ESTÁS LOCO? No te lo tragaste nunca, era muy divertido que cada cierto tiempo lo volvieras a preguntar y yo poco a poco te fuera contando la verdad, primero eran muchas mentiras con una gota de realidad, pero la verdad te la fui revelando de a pedazos. Nuestra relación desde el principio fue muy distinta, siempre sentí la necesidad un poco compulsiva de contarte todo TODO, lo que había vivido, pensado, pasado y sobre todo lo que me pasaba día a día, entonces no funcionaba muy bien lo de inventarte cosas, sobre todo porque tú eres demasiado agudo y divertido, le quitas el drama a todo, eso hace muy difícil mantenerte una mentira.
Un día me encontré con Cabeza de ajo y me pidió que lo acompañara un día domingo al aeropuerto a buscar a unas personalidades, y que nos podríamos ir un par de horas antes, “ ahí vemos qué hacemos” , yo por supuesto le dije que no, pero cuando llegué a tu casa te lo conté muy divertida, tú te reíste junto conmigo pero no podías entender cómo este personaje de buenas a primeras me hiciera una invitación así…Por supuesto no te había contado aún toda la verdad sobre Cabecita de ajo, pero de ese par de horas antes en su invitación nació nuestra medida de tiempo para tirar “Una Pudahuel” …son dos horas tirando.
Con Cabeza de ajo tuvimos un “romance” bien singular, estuvimos juntos en un lugar bastante elitista, en un lago en el sur del país, también por motivos de trabajo y él se convirtió en mi apoyo en esa oportunidad, anduvimos 8 días juntos de punta a cabo, almorzábamos juntos, andábamos juntos todo el día, cenábamos juntos y en la noche salíamos a carretear juntos. Unos besos por aquí, un atraque por allá. Todo eso te lo había contado salvo lo que pasó la primera noche.
El se incluyó a última hora en este viaje y cuando llegamos allá y ubicamos a toda la delegación en sus hoteles o cabañas, él estaba sin lugar, yo estaba en una cabaña con otra compañera de trabajo pero teníamos dos habitaciones, una matrimonial y y otra con tres camas. Mi compañera que había llegado antes a la cabaña se instaló en la habitación matrimonial, mis prioridades eran otras así es que no me importó quedarme con la otra habitación…. yo no tenía corazón para dejar a un hombre sin lugar dónde dormir, sobre todo después de un arduo día. Así es que le ofrecí, como chica buena que soy, que por esa noche ocupara una de las camas que quedaba libre en mi habitación. La noche estaba muy fría y yo soy súper friolenta así es que entré al baño me puse un buzo, para dormir así. Cuando salí del baño él ya estaba acostado, me metí en mi cama y estaba congelada, tiritaba, me miró, sonrió y me abrió su cama ofreciéndome abrigo, sin decir palabra, mi compañera estaba en la habitación contigua, no sabíamos si dormía o no. Lo pensé poquito, igual no era bueno que se supiera, él era un hombre casado y era muy arriesgado, pero digamos que el frio pudo más…jajaja….me metí en su cama y a poco andar ya estaba sin la parte de abajo del buzo, fue un polvo muuuy silencioso, en una cama de una plaza y tapados hasta el cuello. Estuve todo el rato acostada sobre él, moviéndonos con mucho cuidado para que la cama no sonara …..el frío se me pasó absolutamente y después que acabamos me fui a mi cama dónde dormí el resto de la noche sola.
Al otro día encontramos una habitación para él y ciertamente si hubiéramos tenido la posibilidad de pasar piola, demás que hubiéramos vuelto a tirar pero no fue posible, encontraba muy entretenido convertir a este personaje en un nuevo amigo con ventaja, pero un día me dio un discurso sobre su temor a que yo me enamorara perdidamente de él y me habló de su familia y todo eso y aunque le expliqué que estaba segura que eso no pasaría (en esa época yo pensaba que no me enamoraría NUNCA más y ahora estoy enferma de enamorada de ti) insistió tanto en el temita que me dio lata, lo encontré demasiado engreído, entonces cuando llegamos a Santiago lo traté con bastante lejanía aduciendo falta de tiempo por mucho trabajo y eso. Esa fue la única vez que tiramos, pero tú aún no me crees del todo.

martes, 1 de septiembre de 2009

Mr. BIG

Amigos con ventaja, amigos con cover, amigos con lengua, amigos con raspe, amigos con roce... Hay muchas maneras de llamarlos, pero no hay muchas formas de enfrentar este tipo de amistad y yo me perdí un poquito al principio, estaba acostumbrada a relacionarme de otra manera entonces resulté demasiado demandante para mi Chico Guapo, que tenía una mujercita bastante controladora y una jefa peor. El con mucha dulzura me centró y yo comprendí que tenía que diversificar las oportunidades, hizo entonces su aparición a quién llamaré Mr. Big.
En cuanto apareció me di cuenta que era un excelente ejemplar: alto, robusto, con unos preciosos ojos azules y con una sonrisa encantadora. Fui descaradamente coqueta desde el principio y me encontré con un personaje absolutamente seductor, estábamos ambos en nuestra salsa. Pero fui sin duda yo, la que dio inicio a esta aventura; nos tocó trabajar juntos por esas cosas del destino, pero él siempre andaba acompañado de una joven ex atleta olímpica, que evidentemente tenía los ojos puestos en él, el desafío era aún mayor pero mi seguridad había vuelto después del Chico Guapo, pero pasaban y pasaban los días y nada, yo estaba segura que había química, pero no estaba dispuesta a esperar más, así es que ocupando todas mis armas de conquista, lo abordé sin más; un día mientras hablábamos por teléfono le dije “te cuento que anoche soñé contigo” “…y estabas un poco distinto…” obviamente me preguntó qué diferencia había entre el del sueño y él , y le dije “en mi sueño no eras tan caballero”, ese comentario de perra hizo que las cosas tomaran rapidamente el rumbo deseado.
Bueno, al otro día pasó por mí a mi oficina y nos dirigimos a un conocido y bastante ordinario motel del centro, recuerdo que sobretodo fue divertido, nos reímos tanto, primero por el desparpajo de él que llegó exigiendo una oferta que estaba promocionada en la entrada (después me confesó que estaba con hartos nervios), y además los dos estábamos muy contentos de lo que íbamos a vivir, nos sentíamos ganadores por el sólo hecho de estar ahí.
Nos sacamos la ropa sin mucha ceremonia, yo quedé sólo con el sostén puesto, y en la penumbra de ese motel me di cuenta que tenía ante mis ojos el pico más grueso de los que haya conocido, un pene bastante grande en términos generales pero sobre todo con una cabeza ancha, por supuesto deliciosa, la lamí lenta saboreando cada una de sus curvas, intentando (por cierto no lo conseguí) atraparlo entero en mi boca. Nos besamos largamente acostados en la cama y después tiramos sin parar, sentía como ese monumento se introducía dentro de mí abriéndose camino al principio delicadamente, más adelante sin ningún control, de vez en cuando él corroboraba que estuviera bien, soy bastante menuda, de caderas redondas pero angostas y en ese tiempo estaba muy delgada, entonces muy consciente de su gran envergadura se preocupaba de no hacer daño, la verdad lo pasamos harto bien, más que sexualmente apoteósico, fue muy bueno para el ánimo. Salimos felices y satisfechos. Fue un muy buen comienzo, que por cierto seguiría por mucho tiempo más.
Tuvimos más adelante un encuentro de veras memorable en mi oficina, era verano, hacía mucho calor, yo estaba sola en mi trabajo y concertamos una cita, la idea de tener sexo en la oficina la encontraba de lo más excitante, pero yo soy una dama respetada entonces tenía que ser súper piola. Las cosas no resultaron muy piola, primero se equivocó de edificio y después no lo dejaron entrar en la recepción, llegó acompañado de guardias hasta mi oficina, me dio ataque de risa cuando lo vi llegar con cara de pánico y escoltado por los guardias.
Cerramos la puerta y escuchamos como los guardias bajaban por el ascensor. El miedo se nos pasó en muy poco rato. Nos pusimos a atracar heavy, le empecé a chupar el pico y me sacó el vestido de una, lo monté a horcajadas en la silla, no era nada cómodo ya que tenía brazos, despejó el escritorio dejando sólo el compu, me sentó al lado del monitor y así tiramos un rato, después me recosté en el escritorio y mientras él estaba de pie embistiéndome con su gran pico, yo trataba de hacerle el quite al monitor del compu que me golpeaba la cabeza en cada carga.
Cuando acabamos él estaba empapado de sudor, la camisa que sólo la había desabrochado, estaba absolutamente mojada. Tuvimos que esperar que el personal del aseo se fuera a otro piso para que intentara componerse en uno de los baños. Bajamos, tratando de pasar desapercibidos por los guardias, pero la evidencia era demasiado contundente a menos que hubieramos estado haciendo gimnasia aeróbica ( rojos como tomates, mojados y con la mirada brillante). Yo creo que hasta ahí llegó mi fama de respetada dama. Mi salvación fue que al poco tiempo cambiaron a los guardias.
Después de esa experiencia me di cuenta que no es muy glamoroso, ni saludable el sexo en la oficina, de hecho pasé el verano con un collar cervical por los embates de mi cuello en el monitor. Pero sin lugar a dudas, ese fue un gran polvo.

Mr. Big y Chico Guapo fueron alternándose en el tiempo, tuve en esa etapa algunos otros amigos con ventaja pero estos dos son muy especiales.