LAS PENAS DEL SEXO SE PASAN CON SEXO

Por fin de vacaciones, con algunos problemas familiares pero con más tiempo disponible y eso es básico para retomar mis andanzas de perra, cosa que necesitaba después de mi última y desastrosa experiencia. Bueno la suerte también es un factor importante, aunque no sé si fue suerte que después de taaanto tiempo justo al salir de vacaciones Mr. Big me envió un mensaje al celular – Cuándo nos vemos??- Desde el lunes cuando quieras- , fue mi respuesta, lo intentó el martes y yo no pude, pero el miércoles nos juntamos a mediodía.

Me gusta Mr. Big, me gusta verlo, conversar con él de cualquier cosa, siempre hemos tenido una conexión especial. Me encanta su sentido del humor y me calienta mucho pensar en ese miembro cabezón que lo acompaña.
Lo pasé a buscar en mi auto y partimos raudos a nuestra guarida, al mismo motel del posteo AVENTURA MOTELERA.
Como siempre llegó muy canchero haciendo bromas para que nos llevaran a una pieza, bajo amenaza de terminar tirando detrás de un poste, durante la caminata guiados por la mucama que nos atendía, él me agarraba el culo de cuando en cuando.
Después de desechar en el mismo tono festivo una habitación por el ruido (estaban haciendo arreglos en la habitación contigua) y otra por oscura, llegamos a una habitación llena de espejos con una pequeña ventana. Ahí nos quedamos, esperamos con un cigarro y conversando tranquilos y contentos hasta que nos trajeron un par de Cocas. Besitos tiernos en el medio y muchos halagos de ambas partes, ¡qué guapa que estás!, que he pensado mucho en ti.
Prendí mi pito y la calentura se dejó caer de un zapatazo, enloquecí en pocos minutos, nos paramos al lado de la cama, me sentía deliciosamente presionada por su cuerpo grande, rodeada por sus brazos, su boca succionaba mis labios y sus manos seguían la maravillosa ruta que conduce al paraíso, ahora era yo la demonia caliente. Me sacó el colaless y mi zorra quedó libre disfrutando. El vestido tenía un cierre al costado y me lo saqué rápidamente deleitándome con mi propia desnudez como hacía tiempo no lo hacía, los espejos que estaban en todas las murallas y en el techo me ayudaban a tomar conciencia del cuerpo de posesa que temblaba de puras ganas.
Quedé de espaldas en la cama, él aún completamente vestido. Con su sonrisa encantadora de siempre, me anunció con algún suspenso que me comería la zorra y comenzó a hacerlo delicadamente, mientras iba diciéndome que era un sueño cumplido, que muchas veces se corría una paja pensando en mis fotos de MSN y recordando nuestros antiguos encuentros, yo babeaba, literalmente la saliva me corría por la cara y la zorra daba jugo como loca ¡qué mamada más deliciosa!. Su lengua se introducía en mi concha hundiéndose cada vez más, abriéndose paso feliz, gustando de todo lo que brotaba de esa cavidad, chupaba mi clítoris, yo lo miraba en los espejos, de todos los ángulos posibles y cada uno de ellos me encendía más y más, cuando llegó mi orgasmo agarré su cabeza con mis dos manos y la dejé hundida en mi zorra, queriendo que ese momento no pasara jamás.
Respiramos un segundo, se sacó la ropa y volvió a la carga en la misma, la verdad es que estaba chupando tan deliciosamente que en muy poco estaba que me moría de nuevo, su lengua empezó a incursionar en el culo, yo levantaba las caderas para ofrecerle todo lo que quisiera, en un minuto incluso pensé que si lo hacíamos con cuidado podríamos intentar meter al pequeño gigante en el camino angosto.
Mi zorra seguía enloquecida deleitándose con esa boca que continuaba mamando con una intensidad maravillosa, sus manos aterrizaron en mis pezones, los tiraba y apretaba, agarré un vuelo que hasta ahora sólo había agarrado contigo, un orgasmo tras otro y cada vez más caliente, paré y tomé en mis manos el pico duro grande, ancho, con su cabeza gorda de siempre y empecé a lamerlo y succionarlo, la boca se llena distinta con Mr. Big. Sentía sus manos entrando en mi concha sus dedos tocando las paredes interiores, palpando y provocando placer en cada pliegue, en cada rincón escondido que se presentaba sin censuras para ese macho.
Busqué el condón (no se me olvida nunca más) gozando de antemano la imagen del cabezón entrando en mi zorra, lo abrí y empecé mi pelea de siempre intentando ponerle el gorrito y como siempre…. NO PUDE, eso me da lata, pero bueno…, pedí ayuda mientras seguía intentándolo y NOOOOOOOOO … no podía creer lo que veían mis ojos, mi delicioso gigante decayó .¡¡¡ CHUTA!!!! No me convencía que se viniera abajo. El un poco nervioso me dijo que por esta vez pasaba, la verdad no me podía quejar, estaba gozando como cerdita, pero tampoco podía esconder mi decepción. Todo por culpa de un condón, era la segunda vez que este elemento o la falta de él me funaba la fiesta.
Prendí otro cigarro y nos pusimos a conversar sin dramas ni nada que se le parezca, igual contentos de estar ahí, de haber disfrutado, le pregunté:
- ¿Te gustaría que te llamara Mr. Big??
- Si
- ¿Como un personaje de mis relatos eróticos?
- ¡Yaaaaaaaaaa!….¿ y después los publicas??
- Claro- le dije riéndome aparentemente de su broma, cuando en el fondo me encantaba el juego de decirle la verdad y que no me creyera nada.
- Y tú, ¿haces el papel de perra?
- No, yo no hago el papel de perra …yo soy perra.
Mientras hablamos de tríos, pornografía y comentábamos lo ricos que eran los espejos, mi chiquilla se despertó lista para la guerra y volvimos a las pajas y chupadas…está bien, si no es una cosa se disfrutará con otra.
Me di cuenta que el grandote caprichoso estaba dispuesto nuevamente y lo ataqué con mi boca y mi lengua queriendo devolverle la mano con la mejor mamada de su vida. Le agarraba las bolas y le pasaba la lengua en el frenillo mientras me lo comía con todo. Introduje luego el recurso mano y mientras lo chupaba como enferma le corría una paja rápida y constante.
Me encantaba mirar los espejos, él acostado su gran pico parado y duro gozando con mi boca y mi mano, yo estaba sobre él en cuatro patas y con las piernas abiertas tenía la posibilidad de mirarlo todo, de perfil arqueada, al fondo mi zorra caliente, mojada y mi culo abierto, de frente su pico en todo su esplendor y su cara que pedía que no parara.
Me pidió que acercara mi zorra a sus manos, pero yo lo monté en un 69 de película, poniendo mi zorra inflamada justo en su cara. Empecé a correrle una paja a dos manos y boca, aprovechando la fuerza de gravedad y sintiendo la delicia de su aire caliente en mi zona de peligro, su lengua nuevamente me enloquecía y yo lamía con devoción al gigante, encerrando en mi boca la cabeza y vía de escape, por lo que cuando explotó viscoso lo atrapé completo, me escuché chillar de gusto.
Lo mejor de todo es que seguía enferma de caliente y sé muy bien como curar esa enfermedad, mi remedio favorito me esperaba.
El se sorprendió y alegó su resto cuando le dije que era hora de partir, según tus cálculos habíamos estado una hora y media. Le dije que me la debía, que no tenía quejas pero que era una pena desaprovechar ese instrumento tan bien dotado.
La verdad es que a pesar de no haber sido penetrada por su pico esplendoroso gocé muchísimo más que con la locura taladradora del Demonio y eso me dejó con una exquisita sensación de plenitud, de felicidad. No me queda muy claro qué será, pero evidentemente tengo mis preferencias y no van precisamente al porte del pico o por la manifestaciones de energía desmedidas, me gusta mucho más que me den una buena mamada, que recorran mi cuerpo entero con devoción, que perciban claramente cuando estoy a punto de acabar y que cuiden de eso hasta que me ahogue, que no abandonen al primer gemido.
Que me disculpen los jovencitos pero ¡madurez, bendito tesoro!
Me volví feliz a tu casa con la calentura a flor de piel y con mi zorra y mi culo queriendo que me metieras al Lucho, que no se hizo de rogar.
¡SOY LA MUJER MAS SUERTUDA DEL MUNDO!,!PUTAS QUE TIRAMOS RIIICO¡