sábado, 5 de febrero de 2011

NO HAY PLAZO QUE NO SE CUMPLA (III)


Bueno, el jueves 20 de enero fue un día bien movido, ya les conté que pasó desde las 17:00 hrs. en adelante.
Pero el día venía entretenido desde temprano. En la mañana de ese día, a las 08:30, iba saliendo de mi casa cuando sonó mi celu, rara la hora para una llamada cualquiera, miré el visor y era un número desconocido, contesté y la voz al otro lado no era tan desconocida, reconocí casi inmediatamente su tono canchero y seductor. Lo hemos llamado Cabeza de Ajo, por su cabellera casi completamente cana. Les conté mi historia con este personaje hace un par de años, (http://trinidadsecreta.blogspot.com/2009/09/los-otros-ademas-de-mis-dos-amigos.html ), allí pueden obtener más detalles del personaje y mi furtiva relación con él. Tuvimos lo que yo llamaría un no polvo.
Después de ese primer no polvo con él, muchas veces me llamó sin tener suerte, yo no estaba en Santiago o a él le surgía algún problema familiar de último minuto, pero yo le había dejado bastante claro, que estaba disponible para sacarnos los pillos con un polvo como Dios manda.
Esa llamada era una de las tantas, en que con su voz seductora me proponía:
-podríamos arrancarnos ¿cierto?-
- cierto -afirmé coqueta- ¿cuándo? Pregunté, haciéndome la canchera.
- Ahora - me dijo
Y hasta ahí no más llegaba nuevamente nuestra cita, imposible arrancarme así, sin previo aviso, le pregunté si estaba volviendo a la adolescencia, yo creo que son los estudiantes los únicos que hacen la cimarra así de improviso, de puro calientes.
A quien se le ocurre llamar a esa hora para proponer una fuga de la pega, como tantas otras veces, le sugerí que nos diéramos un tiempo al otro día, que me llamara, la verdad lo dije un poco para no terminar el tema en nada, pero ya había pasado muchas veces que hasta ahí no más llegaba, que no había llamada al otro día ni el que seguía, hasta que me olvidaba completamente del asunto. Allí recién hacía alguna aparición.
Llamé a mi perro para contarle, nos reíamos, yo le decía - se debe acordar de mí y se debe calentar lo suficiente como para llamarme-, pero el impulso no le alcanzaba para continuar con su conquista.
Después de ese jueves memorable yo dormí muy poco, era demasiada adrenalina y a las 4 de la madrugada estaba con los ojos pegados al techo, pero a pesar de eso amanecí radiante y feliz, me sentía dueña del mundo, capaz de todo, entonces cuando recibí el día viernes la sorpresiva llamada de Cabeza de Ajo, no dudé ni un segundo en aceptar esa cita eternamente frustrada,el plazo finalmente se cumplía.
Nos juntamos a mediodía, la idea era tomarnos la hora de almuerzo, el típico “pollito al velador”, de 13:00 a 15:00 hrs. Yo llegué más tarde de lo acordado, me atrasé en el banco haciendo un trámite, mi galán esperó paciente en una gasolinera que está al frente de mi oficina, con cerca de 32 grados.
Hacía calor pero a mí me gusta eso, andaba con un vestidito mini, de una tela ligera y fresca, sólo llevaba bajo eso, un diminuto colaless, me sentía súper segura, así es pa’lante no más.
Apenas llegué a la camioneta me dio un beso en la boca, era divertido nunca hablamos de lo que haríamos pero ambos estábamos muy seguros. Me preguntó dónde íbamos y yo no contesté, muchas veces soy yo la que toma la iniciativa y los lleva a un Hotel bastante decente, pero algo picantón, que queda cerca, pero esta vez no quería hacerle la vida fácil.
Preguntó si conocía algo bueno en las cercanías, le dije que lo único bueno era el Hotel Valdivia, el mítico HV que les he presentado en este espacio, el lugar dónde el Gerente cumplía sus deseos sexuales sin importarle los míos.
No le gustó la idea, la verdad es que ese hotel es excesivamente caro, así es que se las enfiló hasta el otro lado de la ciudad, La Reina Alta.
Me complicó bastante el asunto ya que una arrancada a la hora de almuerzo no puede suponer trasladarse tan lejos, pero no dije nada, él me dijo que tenía que estar de vuelta en el sector alto a la hora que yo debía estar en mi oficina, así es que pensé que no podría ser tan grave.
Cuando llegamos a la entrada recordé el lugar que conocía bastante bien, primero con uno de mis amantes de antaño que no me gusta recordar, el Sicópata del Jeep. De hecho fue el primer lugar que conocí como adúltera, después fuimos algunas veces con el Barbero de la Reina. No eran buenos recuerdos, pero ciertamente Los Arbolitos es un buen, limpio y cómodo motel y el precio es muy razonable. Sólo tenía que sacarme de la cabeza la oscuridad de esa etapa de mi vida y pasarlo bien.
No me era tan difícil ponerme en onda caliente con mi experiencia maravillosa y exultante del día anterior, pero mi acompañante se encargaba de ponerme de mal humor diciendo puras weas como:
-¿hace mucho tiempo que no haces el amor?-
Me dio rabia ¿que se había creído? ¿que me estaba haciendo un favor? Le contesté en un tono neutro y cortante – NO-
-Ahhhhhh -dice -haces el amor todos los días-
Me dieron ganas de decirle que había estado con tres hombres distintos hacia menos de 24 horas, y con dos simultáneamente, pero sabía que eso no le gustaría nada, así es que contesté -nunca tanto- con ganas de dejar hasta ahí la desafortunada conversación.
Menos mal que hasta ahí quedó ya que al ingresar me tomó por detrás poniendo sus manos en mis tetas que estaban desnudas bajo la ligera tela del vestido, yo había encendido un cigarrillo, dejé que me acariciara sin poner resistencia, me decía -fuma tranquila no más- pero la verdad, no me gusta mezclar el placer de un cigarrillo con la emergente calentura. Apagué el cigarrillo y me embalé, lo besé y sentí sus manos buscando el final del vestido para agarrar mis glúteos que se ofrecían absolutamente desnudos, mi pelvis podía adivinar su miembro duro bajo la ropa.
Me hubiera gustado un poco más de previa, pero el reloj avanzaba así es que busqué mis condones, ya que él dijo no tener y nos fuimos a la cama. Arregló las luces, demasiado poca para mi gusto, pero bien, la radio tocaba cualquier cosa, pero recordaba que para mi sublime trío en la televisión Pablito Ruiz cantaba …Oh mamá ella me ha besado… y pude superarlo.
Desnudo se acostó en la cama y me pidió que lo montara, le pasé el condón ya que no se lo había puesto todavía, pero lo dejó en el velador, me estaba preparando para la guerra que podría significar esa negativa, pero me hizo un gesto para que le pusiera la zorra en la cara, UFFFFFFfff esa es una de mis posiciones favoritas, me encanta sentirme dueña de la boca que queda bajo mis caderas, lo monté y me dispuse a disfrutar. Sentí un poco brusca la chupada para empezar, pero el encuentro tanto tiempo postergado me calentaba, así es que me fui directamente a comerme su pico, que prometía medio escondido bajo las sábanas.
La verdad nunca lo había visto en su entera magnitud, sólo lo había sentido entre mis piernas abriéndose paso en la oscuridad, ahora que aparecía a la luz del día , me parecía un magnífico espécimen, un pico de los que llamamos grande, grueso parejo y durito. Me lo comí con ganas. Su boca y su amigo tenso desde el principio me parecían deliciosos, pero cada cosa que me decía me dejaba atravesada, era demasiado arrogante, soberbio, el tono del -te gusta ¿cierto? y sin esperar respuesta,- disfrútalo, gózame- me daba en las pelotas, jajaja y eso que no tengo.
No había cabida para la gota de humor que tanto me gusta, era correcto, bien, pero algo no terminaba de encajar y no era precisamente su pico en mi zorra, porque ese encajó perfectamente.
Lo más terrible era que no podía fumarme ni una piteadita de mariguana, tenía que volver a la pega y así imposible, seguro eso habría ayudado mucho.
Se puso el condón a regañadientes y permaneció la mayoría del tiempo de espaldas con su portento bien parado y yo me lo ensarté y lo cabalgué como experimentada amazona, pero no lograba llegar al clímax. Los “úsame” de mi compañero no hacían sino bajar inmediatamente mis ganas.
Me di vuelta para que me penetrara a lo perrito y así sentí como la herramienta hacía su trabajo deleitándome, dejó de hablar y me anduve calentando más, pero mi zorrita a la que le había tocado mucho trabajo, empezó a reclamar, ustedes saben esto de los sindicatos y lo de la cantidad de horas libres por tantas horas trabajadas, se declaró en huelga y no quiso más.
Para más remate mi galán encontró que la luz indirecta y tenue que teníamos era demasiada y la apagó.
En vista de esa circunstancia y además para quebrarle el esquema al caballero, me dispuse a montarlo pero ensartándolo por el culo, me gustaba la idea de meterme ese tremendo pico por el ese angosto camino y de paso sorprenderlo, así es que sentada sobre él, me aguanté solita y piola el dolor de la primera estocada, si había sido tan chora para exigirlo, tenía que apechugar no más, el placer siempre viene y en esa posición tuve un orgasmo, nada muy apoteósico, pero bien.
No me acuerdo mucho lo que pasó después ya que en verdad fue muy seguido todo y es posible que en este minuto describa como de Cabeza de ajo algo que en verdad me hizo el Primo, jajaja.
En fin, me dediqué a hacerlo acabar aunque parecía que él no tenía muchas ganas de hacerlo, ahora digo yo, si a mí de antemano me advierten que la cumbre no es el chorreo, todo bien, pero adivinar que se quería guardar el tremendo pico duro y parado, e irse a la pega en esas condiciones, difícil.
Así es que como buena niña le chupé el pico hincada en la cama, corriéndole la paja hasta que su leche se derramó en mi boca.
Nos quedamos un rato recostados en la cama, me pareció más simpático en esa instancia. Quizás ese tono arrogante podría ser el resultado de una gran inseguridad, que al pasar la presión desaparece….uno nunca sabe.
Lo más probable es que el encuentro no se repita, pero no me gusta quedar con cosas inconclusas, hace mal para el espíritu, me despedí cariñosa con un besito tierno en la boca.
Regresé a mi oficina más tarde de lo que debía, con una flor en la mano, con el orgullo del deber cumplido, pero con mi chiquilla al extremo adolorida, me dolía al caminar, tanto que le tuve que dar el día libre.
El que quedó pagando fue mi mino, que me esperaba como siempre al terminar mis correrías dispuesto a gozar mi tremenda calentura y esta vez yo no quería nada de nada, si me dolía todo, además de la chuchita y su alrededores, la pechuga derecha no me la podía ni tocar.
Mi amor delicioso me miraba sin entender mucho lo que pasaba, con cara de cabro chico que no encontró su regalo de Pascua debajo del árbol, pero ya lo he recompensado y seguiré haciéndolo, ya que es lo que más me gusta de la vida.

11 comentarios:

  1. muy bueno,deliciosamente caliente, ademas describistes a esos tipos soberbios que se creen que con metertela te hacen un favor¡¡¡me encanta leerte.

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  2. Cada vez tengo más ganas de romperte ese culito con mi rabo, metiéndolo hasta las bolas, bien adentro, zurrándote como puta en celo, quiero partirme la polla contra ti, lo sabes y te gusta.

    Empalmadísmo ahora mismo tras leer tu relato, creo que pondré tu foto en grande y me masturbaré ahsta correrme con tu nombre en mi boca, diosa.

    C.

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  3. Deliciosos y exquisitos son los relatos de tus calenturas.
    Un placer leer tus perrerias y no sabes como logras calentar el ambiente.
    GANAS de poner mi pico en tu zorra sobran... cuando nos encontramps?

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  4. ¿Quién seré? Gracias por dejar tu comentario, yo creo que la gente soberbia agota mucho, pero yo algo debo tener porque me ligan bastante esos modelitos, por lo menos ahora me arranco en lo inmediato.

    Mi C querido, uffffffff tus comentarios siempre me provocan un terremoto hormonal. Qué rico tenerte nuevamente por acá.

    Wally, no hemos tenido suerte, pero ya vendrá y nos desquitaremos.Me encanta que me sigas leyendo.
    Besos

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  5. muchas veces esa cierta dosis de soberbia lo hace un macho más deseable, por eso de que parecen más díficiles, pero cuando los tenes encima y solo quieren metertela y buscar su placer agotan.
    me imagino que sos una mujer que exije su cuota de placer, ademas describis intensamente tus emociones en la cama, insisto me encanta leerte,besos.

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  6. ¿Quien seré? cierta dosis...puede ser, cierta dosis en el proceso de conquista,pero cuando ya estamos en cancha chica, allí lo que se precia es la honestidad y la cercanía. Te juro que no sé bien que es lo que no llegó a encajar con Cabeza de Ajo, su discurso era más o menos el mismo de mi mino, "tu placer es el mio" pero no me funcionó para nada, entonces me imagino que ambos no lo pasamos espectacular, sólo cumplimos.

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  7. Trini hermosa no creó que solo cumplistes, vos sos de las mujeres que dejan recuerdos vibrantes de placer.
    no todos los días encuentran a una verdadera mujer que se entrega al gocé como vos.
    te extrño, contanos más cosas, un beso.

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  8. kién te iba a decir a ti ke con la edad ke tienes ibas a seguir disfrutando del sexo igual o más ke cuando eras muy jovencita, eh¿?

    Saludos desde Córdoba, España!

    Alberto

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  9. Quien seré??, gracias por tus palabras y continuaré compartiendo en este espacio mis experiencia.

    Alberto, qué bueno tenerte por acá, si te das el trabajo de leer mis primeros posteos te darás cuenta que sólo en estos 3 años he tenido un crecimiento impresionante,mi capacidad de disfrutar era algo inimaginable, incluso cuando decidí empezar con este espacio.Lo que vivía como sexualidad cuando era una jovencita me parece tan pobre en comparación a lo que soy ahora.
    Espero seguir en este camino delicioso.
    Muchos besos

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  10. hermoso su blog corazon y precioso q viva la vida con tanta intensidad espero q podamos conocernos mas desde ya ha sido un placer

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  11. que linda lo que no te haria divina, como me gustaria estar ahi..

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