domingo, 20 de febrero de 2011

CONCON NO ES CANCUN


BOLAS TRISTES

Conocí a Bolas Tristes en mi época de duelo, esos días en los cuales lloraba amargamente que mi amante me hubiera dejado y con esto hubiera sepultado mis ganas de todo, incluso de vivir. Todavía me mantenía en sequía sexual absoluta, pero ya estaba empezando a resucitar por lo que él se convirtió en una agradable compañía para salir.
Bolas Tristes, es un personaje de mi edad, solterón, sin hijos, con una pega entretenida, jajaja es compañero de JA , delgado, se parece bastante a un personaje de televisión muy antiguo Barnabás Collins, el vampiro de una serie de los años 70. Tiene el cabello entrecano, ojos verdes y unas pestañas largas y tupidas, pero tiesas y hacia abajo, que tapan tan absolutamente sus ojos, que yo tardé varios meses en percatarme del hermoso color que tienen. Creo que esa oscuridad en su mirada es la que le da esa onda un poco tenebrosa, es algo neurótico y levemente achacoso.
Mi antigua relación con él se reducía a salir. Acompañarlo en distintas reuniones sociales, yo siento que ambos estábamos bien pagados, a mí me hacía bien salir de mi encierro y él podía lucirse con la compañía de una mujer buenamozona y simpática. Algunas veces me invitaba a almorzar o a cenar, generalmente acompañados de otra pareja o de un grupo, las menos de las veces salíamos solos.
Nos unió la soledad y la amargura que nos aquejaba y nos convertimos en una especie de terapia el uno para el otro. El también venía saliendo de muchos fracasos sentimentales y gastábamos largas horas en hablar de nuestros respectivos ex.
En fin, Bolas Tristes es una persona gentil y educada que era muy buena compañía para mí, en esas también tristes circunstancias.
Nunca me dio ninguna seña de tener otras intenciones conmigo (o yo no las vi) y a mí nunca me calentó, en la época que nos conocimos a mí no me calentaba nadie y nunca pensé convertirlo en uno de mis amigos con ventaja, no se dio no más. Yo seguí mi camino y después de algunos intentos fallidos de encontrar mi media naranja, encontré mi limón completo, ese que le puso sabor a mi vida.
En cuanto me vio felizmente emparejada y conoció a mi perro, comenzó su ataque con una seguidilla de piropos, miradas y abrazos un poco más pasados para la punta, cosa que nunca antes había hecho.
Me causaba mucha gracia que comenzara con esa estrategia y pienso que él se arrepintió de no haber intentado algo más conmigo, cuando estábamos ambos sin compromisos. ¿Por qué no lo hizo? No lo tengo muy claro, pero tengo algunas hipótesis.
- Es posible que pensara que yo necesitaba más tiempo para recuperarme de mi relación anterior.
- Quizás pensó que yo estaba fuera de su alcance, mis hombres anteriores tenían más power y por esos juegos del destino, él había tenido algún cuento con la ex de mi perro, eso me convertía en alcanzable.
- Tal vez estaba apuntando a una relación con una mujer más joven con la posibilidad de formar una familia y tener hijos.
- Todas las anteriores
Bueno, Bolas Tristes sigue en las mismas condiciones solo, solitario y solterón, ninguna de relaciones que intentó tuvo algún éxito.
La verdad es que ahora no tengo tiempo para salir con Bolas Tristes, estoy ocupada en esas aventuras mucho más excitantes que ustedes conocen, entonces me cuesta mucho aceptar las continuas invitaciones de mi amigo. En ocasiones lo he hecho presionada por cierto grado de culpabilidad, obligada por un sentimiento de gratitud por el apoyo que me brindó en tiempos oscuros.
Ahora es cierto que me gusta provocarlo y que mi naturaleza perra me ha hecho sacarle roncha coqueteándole en forma bastante descarada.
Recuerdo que una vez llegué a visitarlo a la clínica cuando se recuperaba de una cirugía. Yo llevaba un ligero vestido de verano y mi alma solidaria me llevó a jugar con mi vestido dejándole ver, todo el territorio de mis piernas, desde su nacimiento hasta los tobillos, fui generosa ayudando a levantar al enfermo, estoy casi segura que por lo menos una parte de él quedó absolutamente erguida.
El ha sido constante e incansable en sus joteos y desde el año pasado ha estado invitándome a pasar algunos días fuera de Santiago. Yo me negaba dulcemente argumentando mi falta de tiempo, pero nunca cerré absolutamente esa posibilidad, claro me parecía un poco raro que me hiciera una invitación de esa naturaleza conociendo mi condición de mujer emparejada y desconociendo los extravagantes gustos que tenemos.

LAS CIRCUNSTANCIAS… SIEMPRE LAS CIRCUNSTANCIAS.

Siempre tengo mis vacaciones durante el mes de febrero, el año pasado estaba recién iniciada en el sexo cibernético y me transformé rápidamente en una adicta, entonces no quise trasladarme a la playa para no perder la posibilidad de calentarme con mis recientes amigos cibernéticos.
O sea el año pasado me quedé sin salir de puro caliente, pero este año tenía unas ganas locas de unos pocos días de sol, de playa, de mar, en fin, me moría por unos días de relajo en algún balneario cercano.
Sin ánimo de quejas debo reconocer que en esos avatares estoy generalmente sola, a mi mino simplemente no le gusta salir de su guarida, entonces intentando regalonearme me ha acompañado sólo por el día yendo a dejarme, pero devolviéndose antes de caer la noche.
Mis hijos están en una edad en la cual es difícil coordinar sus tiempos, entonces generalmente aceptaba la generosa invitación de una prima que tiene una hermosa y gran casa en un balneario de la zona centro, Concón, al lado de Viña del Mar.
Este año que mi humanidad pedía a gritos esos días de descanso, mi primita tenía su casa copada y yo no me conformo con un sillón o un saco de dormir, entonces me había quedado sin mi posibilidad de veraneo y ya era tarde para planificar algo entretenido y no muy caro.
Bolas Tristes cada vez que me veía insistía en su invitación y la verdad yo ya estaba empezando a pensar que no era tan mala idea.
Justo antes de salir de vacaciones, después de su prolongado y cariñoso abrazo de costumbre me pregunta.
- ¿Cuándo se va a Concón la más linda?
- No, no voy- le contesto
El año anterior nos habíamos encontrado cuando estuvimos en la playa y habíamos pasado algunas tardes juntos.
Entonces al escuchar los motivos por los que yo no iba, le brillaron los ojos y me contó que un amigo le había ofrecido un departamento en ese lugar, con vista al mar y que lo tenía disponible hasta el 20 de febrero.
No sé bien con qué cara lo miré, pero me preguntó si realmente tenía ganas o si él estaba siendo muy cargante.
Las dos cosas se mezclaban, no encontré nada mejor que decirle muy canchera, que no tenía problemas con él, ya que siempre respetaba mis límites y que con eso yo me sentía de maravillas.
Por supuesto mujer- me dijo sonriente- tranquila.
La verdad es que aunque no le aseguré nada, desde ese día comencé a admitir en mi cabeza la idea de aceptar su generosa y desinteresada invitación.
Me llamó por lo menos dos veces más, insistiendo y yo cada día más tentada, hasta que le dije bueno, yo voy desde el jueves y me vuelvo el domingo, eran cuatro días.
Bolas Tristes estaba feliz, se le iluminó la mirada. Yo pensaba que yo me regresaba y él se quedaba, pero me dijo que por ningún motivo, que él se volvía junto conmigo. Yo también me sentía feliz, cortaba las huinchas por estar tomando un poco de sol, mirando el mar.
Me fue a buscar a mi casa, yo preparé un bolso con mis bikinis, un trikini que pensaba estrenar, shorts, un jeans, tops y para dormir llevé un pantalón largo con una polera. Cuando partimos llovía en Santiago, cosa tremendamente inusual en febrero, emprendimos viaje con truenos y relámpagos, pero a Bolas Tristes la felicidad le salía por los poros, ¡putas que estaba contento!, radiante, me atendió como una reina. Yo echaba puteadas, si llovía en la costa se me aguaba la fiesta, pero a poco andar ya estaba despejado y llegando a la playa el sol brillaba, nos fuimos directamente a comer mirando el mar.
El departamento era muy bonito, con una terraza con vista al mar, tal como lo había prometido, un estar comedor con kitchenette, dos dormitorios y un baño. El problema era que uno de los dormitorios no tenía cortinas en las ventanas, en el otro dormitorio había una cama pequeña y Bolas Tristes se consiguió con su amigo un colchón de dos plazas que instaló con la ayuda de este amigo, armó la cama y nos fuimos de compras.
A cada rato me expresaba su enorme felicidad de estar conmigo en ese lugar y parecía dispuesto a traerme el sol y la luna si yo lo hubiera pedido. Compramos cosas para el desayuno y él se compró una botella de vino.
Nos sentamos en el estar, prendió un par de velas que traía en su maleta, sacó un par de copas, él con vino, yo con agüita y muchos cigarrillos estuvimos conversando durante varias horas. Hablamos de millones de cosas, planificó entusiasmado lo que haríamos el día siguiente, iríamos a Zapallar y almorzaríamos en el Chiringuito comenzando con una entrada de locos (abalones para mis amigos extranjeros). De cuando en cuando me reiteraba su plena felicidad por mi compañía.
A mí me parecía bastante probable que intentara suavemente alguna aproximación sexual, después de todo tenía 3 días completos, así es que no niego que durante toda esa conversación estuve un poco expectante, si bien es cierto no me calentaba y yo suponía que los límites estaban claros, tampoco me negaba rotundamente si lograba seducirme. No le hago asco a ningún polvo, pero no puedo negar que me incomodaba la situación.
La botella de vino bajaba y las horas avanzaban, pero Bolas Tristes parecía más caballero que de costumbre, el vino se terminó y el sueño comenzó a vencerme, por lo que le anuncié que me iría a dormir. Nos dirigimos al dormitorio, la única interrogante para mí era en que cama dormiría cada cual y me fui al dormitorio pensando en eso.
En cuanto traspasamos la puerta del dormitorio y sin mediar ninguna insinuación previa, Bolas Tristes se me abalanzó como un troglodita y fue directamente a despojarme de la ropa, junto con atacar torpemente mis tetas, mi culo, mi zorra, todo.
Lo consideré un ataque, una agresión, me cargó, sentía su hálito a vino en mi cara y lo paré en seco, me dio mucha rabia, eso es peor que un “hola… dame cámara”.
Yo esperaba una disculpa después de ese despropósito, después de todo una botella de vino causa estragos, pero me sorprendió con su reacción. Se puso furioso, no podía entender mi negativa, daba por supuesto que el sólo hecho de que estuviéramos allí le daba derechos maritales sobre mi persona. Ese era el motivo por el cual ni siquiera se dio el trabajo de seducirme, lo daba por descontado, era parte del combo. Eso me enfurecía aún más, el sexo para mí sobre todo es un acto de libertad.
Disparaba a todo lo que podía, que no éramos unos jovencitos, que porqué no se lo había dicho, que yo sabía que él me encontraba muy, muy rica, que yo lo conocía tanto, que sabía que podía ser discreto …y todo eso era cierto, lo único que no se le ocurrió nunca era que a mí podría no gustarme él.
Me dieron ganas de gritarle que yo sexo sin ganas no tenía jamás y que él no me movía ni una hormona, pero me daba pena, Bolas Tristes a medio filo era más patético que de costumbre.
Cada cosa que decía reafirmaba aún más mi negativa, a cada minuto más rotunda. Es precisamente porque no soy ninguna jovencita que me siento absolutamente empoderada para decidir con quién tengo sexo y con quién no.
Era muy tarde, a esa hora no podía irme, si hubiera podido, me iba y eso fue lo que le dije, -mañana me voy-
- no-, me contestó- mañana nos vamos,¿ qué me voy a quedar haciendo solo yo acá?
Yo me fui al baño, me puse mi pantalón de pijama y una polera manga larga y volví a la pieza para preguntarle en que cama dormiría, para yo ocupar la otra. Después de escuchar otra sarta de argumentos inconexos, él ocupó la cama grande y yo tomé posesión de la pequeña.
Debo reconocer que a excepción del primer ataque con sus manos en mi cuerpo intentando sacarme la ropa, él permaneció alejado de mí y que a pesar de que estaba absolutamente desencajado de rabia e intentaba hacerme entrar en “razón” en forma vehemente, nunca ocupó palabras groseras o insultos personales.
Yo me sentía agraviada en mi dignidad y me humillaba la situación, no dormí mucho, pensaba en mi perro que me trata como a una diosa, nuestras discusiones llegan a ser ridículas, de lo buena onda que son. Además pensaba en mi JA, no sé muy bien por qué, pero pensaba en él. Tenía mucha rabia, pero yo soy harto obsesiva, es verdad que no me imaginé nunca su reacción tan airada, pero también es verdad que era bastante evidente que intentaría algo, yo pensé que iba a ir muy de a poco y que mi negativa, no tendría mayores consecuencias.
Igual me daba mucha lata devolverme a Santiago, no quería hacerlo, tampoco quería quedarme sola pero esa era mejor posibilidad que lo anterior, decidí que regresaría a casa tal como lo había planificado, el domingo, ya vería cómo lo haría.
La mañana siguiente fue bastante incómoda, pero yo esperé su reacción para saber con qué seguir. Se congració conmigo con simpatía, me mostró una caja de 12, otra de 3 y varios condones sueltos, él pensaba darse un festín sexual conmigo. Haciéndose el ilusionado perdedor fue rompiendo el hielo y terminamos riéndonos abrazados.
El resto de la mañana no tocamos el tema y yo me preparé rápidamente para la playa, no sabía si pretendía continuar con su maravillosa planificación del día anterior o si me iba a llevar a comer empanadas en el kiosko de la esquina, pero yo iba a ir a la playa.
Me preguntó ¿qué quieres hacer? Ir a la playa - dije y no agregué nada más.
Sería su decisión continuar con los planes o desahuciarlos considerando mi negativa sexual.
Me sentí ganadora cuando enfiló hacia Zapallar y disfrutamos de un delicioso almuerzo en el Chiringuito. Pasamos la tarde en la bella y tranquila playa de Zapallar, el sol brilló maravilloso, yo estrené mi trikini, ya no quedaban sombras de la noche anterior.
Al llegar de vuelta al auto Bolas Tristes se dio cuenta que se le habían quedado prendidas las luces así es que estaba sin batería, le vi la cara de angustia y me dio risa, mientras él se quedaba mirando el auto sin saber qué hacer a mí me costó 2 minutos conseguir 3 machos para que empujaran.
Después de eso lo regaloneé, le llevé un té con limón porque me dijo que se sentía un poco resfriado, le decía ¿viste que soy una joyita? ¿Qué más quieres? Él me miraba con rencor y me advertía que no me metiera en honduras porque yo sabía qué era lo que él quería, a lo cual yo contestaba con una sonrisa complaciente.
Bueno, no se las jugó bien Bolas Tristes, y si bien es cierto después intentó cariñitos y abrazos, yo ya estaba muy a la defensiva como para que surtiera efecto esa estrategia.
El último día después de la playa, tomé una ducha y salí rápidamente para dejársela a él, crucé mojada, envuelta en una toalla muy grande hacia el dormitorio para no ocupar el tiempo se secarme en el baño, le avisé cuando ya estaba en el dormitorio, no quería provocarlo demás. El me dio las gracias, se dirigió al baño y abrió la ducha.
Al sentir el ruido del agua corriendo yo me relajé y empecé a secarme lentamente, estaba un poco quemada por el sol, por lo que lo hacía con cuidado, para no provocar daño en las zonas enrojecidas, al tomar la crema para empezar el ritual de la humectación me di cuenta que la puerta del dormitorio no estaba del todo cerrada y que Bolas Tristes no estaba bajo la ducha como yo suponía.
Incliné la cabeza para tapar mi cara con el pelo y así poder corroborar en qué estaba y lo ví espiándome desde el fondo del baño, con su pico entre las manos.
Pensé cómo reaccionar, no tenía ganas de un enfrentamiento a esas alturas, podría haber cerrado la puerta en forma casual no evidenciando su mirada o incluso pedir disculpas y cerrar la puerta. Pero decidí continuar con mi ritual de belleza y encremarme suave, lentamente, ante la mirada furtiva de Bolas Tristes. La crema abundante requería de mis manos masajeando mis tetas y pezones. Mis piernas tuvieron una dedicación especial, sobre todo al llegar a la parte de las ingles, que recibieron una gran cantidad del hidratante estando de pie con una pierna arriba de la cama, abierta exponiendo la zona a encremar especialmente hacia la puerta entreabierta. Mis glúteos fueron regaloneados en toda su magnitud, uno por uno pasando los dedos reiteradamente por la hendidura que los separa. A pesar de que la ducha seguía corriendo, distinguí el sonido inequívoco de un hombre chorreando y comencé a vestirme, un colaless diminuto fue la prenda que me enfundé, antes de que Bolas Tristes se perdiera detrás de la cortina de la ducha. Eso era como la cintita del regalo.
Después de eso mi amigo recuperó su sonrisa y a pesar de que nunca abandonó la idea de cobrar su premio, la rabia se diluyó.
Asumo que soy una perra caliente y una puta, pero nunca me había sentido puta en el sentido bajo de la palabra y les soy franca, lo que menos me gusto era que él pensó que yo era tan barata, si después de todo eran cuatro días en Concón no más, distinto hubiera sido una semana en Cancún, jajaja una pequeña diferencia.
Ahora el destino juega chueco ya que en cuanto llegué a Santiago apareció un viñamarino que promete y con él cual intuyo, esos 4 días hubieran tenido sol, mar, playa y seguramente unas deliciosas y calientes noches.
Soy perra… no adivina.

miércoles, 16 de febrero de 2011

TIPS PARA MEJORAR LA COMUNICACIÓN CIBERNÉTICA


Últimamente he tenido algunos inconvenientes en la comunicación cibernética por lo que se me ocurrió hacer una pequeña lista de aclaraciones y consejos para optimizar el placer de todos.

- Me gustaría mucho que antes de hablarme o pedirme cámara leyeran algo de mis historias, me parece que en la red hay un montón de personas que pueden ofrecerles un par de tetas, un culo o una zorra anónimas, a mí me gusta un poco más personalizado el tema.
- Por lo mismo me gusta conocer por los comentarios al dueño del pico que esté del otro lado. Allí comienza la seducción y la conquista.
- Mis historias son reales, no me las contó una amiga ni las saqué de internet, son mis experiencias.
- Tengo una relación de pareja plena y feliz, mi mino lo sabe todo y le encanta lo perra que soy.
- Las fotos que pongo en el blog son todas mías, actuales y si están publicadas no tengo problemas en que las saquen y las usen.
- No publico fotos de otras personas o parejas.
- No hago links con otras páginas porque no tengo idea como hacerlo, solo las puedo poner al costado.
- Creo que tiene que ver con formas de buena educación, si los convierto en protagonistas de mis posteos, mínimo comenten algo. Si no lo hacen, no esperen que vuelva a hablarles.
- No doy mi celular ni ningún número de teléfono, la mejor forma de comunicación para mí es el blog, si quieren algo más privado pueden escribirme emails, pero prefiero el blog.
- No hay nada menos excitante que un “hola…dame cámara”. Algo de seducción también funciona en estos ámbitos, como en cualquier otro.
- Siempre voy a contestar sus comentarios en el blog.
- Si entablo alguna conversación en msn , bloqueo inmediatamente a todo el resto, no me gusta no poder contestar cuando todos me hablan. Aunque confieso que tengo un par de favoritos a los cuales no bloqueo nunca.
- No tengo facebook, ni pienso tener.
- Tampoco me inviten a twiter, Que pasa, Hi 5 u otra red de internet.
- Sólo tengo msn, pero acepto, yo no invito a nadie.
- No hago citas por el blog, el blog no es mi espacio de búsqueda de citas sexuales reales, mis citas reales me las procuro de una manera mucho más recatada.
- No me gustan las mujeres, no tengo nada en contra, pero no me calientan, solo he hecho cámara con una mujer, que me ofreció a su marido, lo que deja claro es que si no hay pico no juego.
- No muestro mi rostro, cuando hago cámara no muestro mi cara, es posible que la vean en algún cambio de postura o algo parecido, pero no me lo pidan.
- En época de trabajo sólo hago cámara el martes, el viernes y el sábado en la noche, esos son los días que tengo más tiempo, que me preparo para tirar con mi mino, si no tienen cámara o no están disponibles para una buen chorreo no me hablen, dejen un mensaje de saludo en mi email.
- Por lo anterior no me esperen el resto de los días porque simplemente no me conecto para eso.
- Preferiría que si no tienen cámara me avisaran al inicio de la conversación, no es que no pueda mantener una charla amena, sino que hay oportunidades en la cuales busco algo que me deje muy caliente, entonces podemos hablar sin problema en otra ocasión.
- Por el mismo motivo si comenzamos algo más cercano e íntimo y saben que por algún motivo no podrán llegar hasta mi champagnazo final, les solicito comunicármelo al comenzar.
- Aunque lo he escrito en varios posteos, mi premio mayor en este ámbito es ver un pico explotando para mí, eso es lo que más me provoca, si se tapan me siento absolutamente estafada.

Finalmente debo reconocer que algunos osados me han incitado a trasgredir mis normas y que el ceder ha enriquecido las formas de búsqueda de placer, de hecho si no hubiera sido por la insistencia de C, no estaría disfrutando de la cámara. Excepciones a las reglas siempre hay y en más de una oportunidad yo misma he propiciado pasarlas por alto.
Como me dijo un amigo me gusta meter goles siendo el árbitro.

Espero que les sea de utilidad esta pequeña guía
MUCHOS BESOS A TODOS

lunes, 14 de febrero de 2011

EN EL DIA DEL AMOR


El sábado de la misma semana del trío, me llamó JA contándome que su primo había postergado su viaje de retorno y preguntándome si nos podíamos juntar nuevamente esa noche, yo dudé un instante, mi chiquilla no estaba totalmente recuperada después de la incursión con Cabeza de Ajo.
Idealmente yo habría dejado más tiempo antes de repetir, pero no quería dejar pasar la oportunidad, así es que me apunté.
Lo mejor de todo es que tengo un macho maravilloso a mi lado, cuando le conté, él lo aterrizó inmediatamente, primero me preguntó por las condiciones de mi zorrita, la verdad era que el día anterior mi perro amado las había perdido todas, entendía perfectamente su preocupación ya que si llegaba en las mismas o en peores condiciones que el día anterior, podría entrar a perder nuevamente, pero yo iba a apechugar no más.
Además me destacó el hecho de que mi JA debía trabajar fuera de Santiago y que nuestro encuentro tendría que ser a altas horas de la madrugada.
Pero yo no escuchaba razones, nada, estaba como chiquilla de 15, entonces mi perro respira profundo… y me apoya. Jajaja yo lo amo tanto, pero es que en verdad es maravilloso.
Debo reconocer que generalmente su apoyo es incondicional, esta vez, aunque lo sentía a medias, allí estaba. Me fui a su casa para hacer hora esa noche y decidí recostarme unos minutos, con tanto jaleo no había estado durmiendo bien.
Eran cerca de las 23:00 me dormí profundamente y desperté después de las 24:30, a esa hora llamé a mi JA y aún faltaba por lo menos una hora para que llegara a Santiago, hasta ahí no más llegué….mi macho tenía toda la razón, ya no me iba a dar el cuero para empezar a esa hora.
Ese día mi perro me hizo chillar de gusto y efectivamente mi conchita se hubiera muerto si hubiera tenido más trabajo.
Con mi JA nos juntamos el sábado siguiente, pero los dos solos. Yo estaba loca por escuchar los comentarios, así es que no quise dilatar más el encuentro, además él maneja muy bien mi curiosidad y juega bien sus cartas.
Estuvimos toda la primera hora hablando acerca de la experiencia, recordando detalles, riéndonos, fue rico notarlo tan contento como yo, sintiendo que habíamos vivido una experiencia increíble. Yo le confesaba mis nervios, mi imposibilidad de coquetear con su Primo, pero mi incondicionalidad para disfrutar la experiencia a todo trapo.
El me dijo que sintió que se nos había pasado un poquito la mano, cuando yo me tragué su leche frente a la mirada atónita del Primo, puede ser, pero yo no estaba dispuesta a privarme de nada con él para no incomodar a Primo. Me comentó que en un comienzo se cuidaba mucho de no tocarse con Primo, pero que en la doble penetración chocaban bolas con bolas.
Hace mucho tiempo otro de mis amantes, Chico Guapo, me propuso realizar un trío, yo no estaba preparada, le dije que no inmediata y espontáneamente, de manera casi automática, pero después me quedé pensando y una de las grandes motivaciones de esa negativa era precisamente que no me gustaba la idea del contacto físico entre dos hombres en pelotas. Reconozco que al vivirlo me importó un rábano.
JA me contaba con los ojos brillantes como se calentaba al mirar como Primo me metía su pico y me daba con fuerza, pero reclamó un tanto celoso por los besos en la boca, jajajaja.
A mí me gusta besar, encuentro que es delicioso y creo que el beso en la boca, es algo súper jugado y jugoso. Me gustó acercarme a Primo y recorrer esa boca desconocida, chuparla suave respirando su aire, me calienta como enferma comerme la boca de JA y encontrar su lengua caliente y mi mundo arde multicolor cuando devoro la boca de mi macho.
-Bueno Trini- me dijo muy serio- cumplida tu fantasía.
Algo en su tono me hizo presagiar que no habría otra vez, no me gusta quedar en el aire, así es que sólo pude aguantarme unos segundos antes de intentar dilucidar la situación.
¿Y… te tinca repetirlo? Le pregunté intentando no reflejar toda la ansiedad contenida, porque a mí, la verdad, me encantaría repetirlo. Con menos nervios, más conocimiento, menos incertidumbre, más confianza. Intuyo que en una segunda oportunidad podríamos multiplicar el placer o … ¿será que soy una insaciable y caliente perra que no tiene límite?
Su respuesta me dejó más o menos en las mismas.
-Puede ser- me dijo muy tranquilo.
UFFFFFFFFFFF “puede ser” es lo mismo que nada, quedé un poquito picada, pero no puedo negar que esa era una astuta manera de dejarme en sus manos. No me gusta que él tenga el manejo de la situación, pero así están las cosas y él está disfrutando de la situación.
La conversación en todo caso, fue una excelente previa para nuestro encuentro.
Esa noche yo llevaba al Brandon, el vibrador que había conocido por primera vez en su cama. Aunque ya no vibra, tiene un buen porte para ser integrado a nuestros juegos y nos acompañó tomando el rol de Primo.
Ese día sin preguntar instalé la cámara para filmar algo de nuestro encuentro, mientras él tomaba una ducha.
Partí sola, con Brandon jugué frente a la cámara, metiéndolo por la zorra que estaba mojadita, cuando sentí que cerraba la ducha comencé a introducirlo dilatando mi culo, me calentaba mucho pensar que pronto aparecería él y el juego continuaría delicioso.
No me equivoqué y nuevamente pude llevarme conmigo las imágenes de un polvo esplendoroso, es un plus que comparto con mi perro.
Esa noche me regaló 3 explosiones de su pico, la primera en mi boca, la segunda en mi espalda y la tercera estando ya vestida para retirarme, nos calentamos tanto nuevamente que le pedí eyaculara en mi maraña de pendejos.
Mi regalo especial fue permitirle que me tomara una foto de mi culo con su cámara, sentí que se la había ganado con creces, aunque la foto no fue muy buena, él quedó feliz.
Voy a hacer un pequeño homenaje a mi JA, ha resultado ser un excelente amante, un estupendo compañero, creativo, aportador, paciente y con un pico que no ha fallado nunca, siempre dispuesto, cariñoso, con la cuota justa de dulzura. Gran persona, ha mantenido mi honra a resguardo y se las ha jugado con todo para satisfacer mis deseos.
Me considero una mujer doblemente afortunada, ¿qué más puedo pedir?
Con este amante de lujo y enamorada hasta las patas de mi socio, mi cómplice, mi partenaire mi macho, mi perro, ese gran hombre que me seduce día a día, con su agudeza, con su chispa, ese que me ayuda a abrir las compuertas buscando el placer, el que me lleva siempre más allá, ese cuerpo al que me aferro enloquecida por las tormentas de mi vientre, transformándolas en vertiginosas olas en cada milímetro de mi piel.
Ese que me conforta cuando algo no sale bien, con su ternura, ese que es capaz de elevarme hasta el infinito cuando agarra su guitarra y me cuenta alguna historia con su voz anochecida.
...LAS PERRAS TAMBIEN SE ENAMORAN...

sábado, 5 de febrero de 2011

NO HAY PLAZO QUE NO SE CUMPLA (III)


Bueno, el jueves 20 de enero fue un día bien movido, ya les conté que pasó desde las 17:00 hrs. en adelante.
Pero el día venía entretenido desde temprano. En la mañana de ese día, a las 08:30, iba saliendo de mi casa cuando sonó mi celu, rara la hora para una llamada cualquiera, miré el visor y era un número desconocido, contesté y la voz al otro lado no era tan desconocida, reconocí casi inmediatamente su tono canchero y seductor. Lo hemos llamado Cabeza de Ajo, por su cabellera casi completamente cana. Les conté mi historia con este personaje hace un par de años, (http://trinidadsecreta.blogspot.com/2009/09/los-otros-ademas-de-mis-dos-amigos.html ), allí pueden obtener más detalles del personaje y mi furtiva relación con él. Tuvimos lo que yo llamaría un no polvo.
Después de ese primer no polvo con él, muchas veces me llamó sin tener suerte, yo no estaba en Santiago o a él le surgía algún problema familiar de último minuto, pero yo le había dejado bastante claro, que estaba disponible para sacarnos los pillos con un polvo como Dios manda.
Esa llamada era una de las tantas, en que con su voz seductora me proponía:
-podríamos arrancarnos ¿cierto?-
- cierto -afirmé coqueta- ¿cuándo? Pregunté, haciéndome la canchera.
- Ahora - me dijo
Y hasta ahí no más llegaba nuevamente nuestra cita, imposible arrancarme así, sin previo aviso, le pregunté si estaba volviendo a la adolescencia, yo creo que son los estudiantes los únicos que hacen la cimarra así de improviso, de puro calientes.
A quien se le ocurre llamar a esa hora para proponer una fuga de la pega, como tantas otras veces, le sugerí que nos diéramos un tiempo al otro día, que me llamara, la verdad lo dije un poco para no terminar el tema en nada, pero ya había pasado muchas veces que hasta ahí no más llegaba, que no había llamada al otro día ni el que seguía, hasta que me olvidaba completamente del asunto. Allí recién hacía alguna aparición.
Llamé a mi perro para contarle, nos reíamos, yo le decía - se debe acordar de mí y se debe calentar lo suficiente como para llamarme-, pero el impulso no le alcanzaba para continuar con su conquista.
Después de ese jueves memorable yo dormí muy poco, era demasiada adrenalina y a las 4 de la madrugada estaba con los ojos pegados al techo, pero a pesar de eso amanecí radiante y feliz, me sentía dueña del mundo, capaz de todo, entonces cuando recibí el día viernes la sorpresiva llamada de Cabeza de Ajo, no dudé ni un segundo en aceptar esa cita eternamente frustrada,el plazo finalmente se cumplía.
Nos juntamos a mediodía, la idea era tomarnos la hora de almuerzo, el típico “pollito al velador”, de 13:00 a 15:00 hrs. Yo llegué más tarde de lo acordado, me atrasé en el banco haciendo un trámite, mi galán esperó paciente en una gasolinera que está al frente de mi oficina, con cerca de 32 grados.
Hacía calor pero a mí me gusta eso, andaba con un vestidito mini, de una tela ligera y fresca, sólo llevaba bajo eso, un diminuto colaless, me sentía súper segura, así es pa’lante no más.
Apenas llegué a la camioneta me dio un beso en la boca, era divertido nunca hablamos de lo que haríamos pero ambos estábamos muy seguros. Me preguntó dónde íbamos y yo no contesté, muchas veces soy yo la que toma la iniciativa y los lleva a un Hotel bastante decente, pero algo picantón, que queda cerca, pero esta vez no quería hacerle la vida fácil.
Preguntó si conocía algo bueno en las cercanías, le dije que lo único bueno era el Hotel Valdivia, el mítico HV que les he presentado en este espacio, el lugar dónde el Gerente cumplía sus deseos sexuales sin importarle los míos.
No le gustó la idea, la verdad es que ese hotel es excesivamente caro, así es que se las enfiló hasta el otro lado de la ciudad, La Reina Alta.
Me complicó bastante el asunto ya que una arrancada a la hora de almuerzo no puede suponer trasladarse tan lejos, pero no dije nada, él me dijo que tenía que estar de vuelta en el sector alto a la hora que yo debía estar en mi oficina, así es que pensé que no podría ser tan grave.
Cuando llegamos a la entrada recordé el lugar que conocía bastante bien, primero con uno de mis amantes de antaño que no me gusta recordar, el Sicópata del Jeep. De hecho fue el primer lugar que conocí como adúltera, después fuimos algunas veces con el Barbero de la Reina. No eran buenos recuerdos, pero ciertamente Los Arbolitos es un buen, limpio y cómodo motel y el precio es muy razonable. Sólo tenía que sacarme de la cabeza la oscuridad de esa etapa de mi vida y pasarlo bien.
No me era tan difícil ponerme en onda caliente con mi experiencia maravillosa y exultante del día anterior, pero mi acompañante se encargaba de ponerme de mal humor diciendo puras weas como:
-¿hace mucho tiempo que no haces el amor?-
Me dio rabia ¿que se había creído? ¿que me estaba haciendo un favor? Le contesté en un tono neutro y cortante – NO-
-Ahhhhhh -dice -haces el amor todos los días-
Me dieron ganas de decirle que había estado con tres hombres distintos hacia menos de 24 horas, y con dos simultáneamente, pero sabía que eso no le gustaría nada, así es que contesté -nunca tanto- con ganas de dejar hasta ahí la desafortunada conversación.
Menos mal que hasta ahí quedó ya que al ingresar me tomó por detrás poniendo sus manos en mis tetas que estaban desnudas bajo la ligera tela del vestido, yo había encendido un cigarrillo, dejé que me acariciara sin poner resistencia, me decía -fuma tranquila no más- pero la verdad, no me gusta mezclar el placer de un cigarrillo con la emergente calentura. Apagué el cigarrillo y me embalé, lo besé y sentí sus manos buscando el final del vestido para agarrar mis glúteos que se ofrecían absolutamente desnudos, mi pelvis podía adivinar su miembro duro bajo la ropa.
Me hubiera gustado un poco más de previa, pero el reloj avanzaba así es que busqué mis condones, ya que él dijo no tener y nos fuimos a la cama. Arregló las luces, demasiado poca para mi gusto, pero bien, la radio tocaba cualquier cosa, pero recordaba que para mi sublime trío en la televisión Pablito Ruiz cantaba …Oh mamá ella me ha besado… y pude superarlo.
Desnudo se acostó en la cama y me pidió que lo montara, le pasé el condón ya que no se lo había puesto todavía, pero lo dejó en el velador, me estaba preparando para la guerra que podría significar esa negativa, pero me hizo un gesto para que le pusiera la zorra en la cara, UFFFFFFfff esa es una de mis posiciones favoritas, me encanta sentirme dueña de la boca que queda bajo mis caderas, lo monté y me dispuse a disfrutar. Sentí un poco brusca la chupada para empezar, pero el encuentro tanto tiempo postergado me calentaba, así es que me fui directamente a comerme su pico, que prometía medio escondido bajo las sábanas.
La verdad nunca lo había visto en su entera magnitud, sólo lo había sentido entre mis piernas abriéndose paso en la oscuridad, ahora que aparecía a la luz del día , me parecía un magnífico espécimen, un pico de los que llamamos grande, grueso parejo y durito. Me lo comí con ganas. Su boca y su amigo tenso desde el principio me parecían deliciosos, pero cada cosa que me decía me dejaba atravesada, era demasiado arrogante, soberbio, el tono del -te gusta ¿cierto? y sin esperar respuesta,- disfrútalo, gózame- me daba en las pelotas, jajaja y eso que no tengo.
No había cabida para la gota de humor que tanto me gusta, era correcto, bien, pero algo no terminaba de encajar y no era precisamente su pico en mi zorra, porque ese encajó perfectamente.
Lo más terrible era que no podía fumarme ni una piteadita de mariguana, tenía que volver a la pega y así imposible, seguro eso habría ayudado mucho.
Se puso el condón a regañadientes y permaneció la mayoría del tiempo de espaldas con su portento bien parado y yo me lo ensarté y lo cabalgué como experimentada amazona, pero no lograba llegar al clímax. Los “úsame” de mi compañero no hacían sino bajar inmediatamente mis ganas.
Me di vuelta para que me penetrara a lo perrito y así sentí como la herramienta hacía su trabajo deleitándome, dejó de hablar y me anduve calentando más, pero mi zorrita a la que le había tocado mucho trabajo, empezó a reclamar, ustedes saben esto de los sindicatos y lo de la cantidad de horas libres por tantas horas trabajadas, se declaró en huelga y no quiso más.
Para más remate mi galán encontró que la luz indirecta y tenue que teníamos era demasiada y la apagó.
En vista de esa circunstancia y además para quebrarle el esquema al caballero, me dispuse a montarlo pero ensartándolo por el culo, me gustaba la idea de meterme ese tremendo pico por el ese angosto camino y de paso sorprenderlo, así es que sentada sobre él, me aguanté solita y piola el dolor de la primera estocada, si había sido tan chora para exigirlo, tenía que apechugar no más, el placer siempre viene y en esa posición tuve un orgasmo, nada muy apoteósico, pero bien.
No me acuerdo mucho lo que pasó después ya que en verdad fue muy seguido todo y es posible que en este minuto describa como de Cabeza de ajo algo que en verdad me hizo el Primo, jajaja.
En fin, me dediqué a hacerlo acabar aunque parecía que él no tenía muchas ganas de hacerlo, ahora digo yo, si a mí de antemano me advierten que la cumbre no es el chorreo, todo bien, pero adivinar que se quería guardar el tremendo pico duro y parado, e irse a la pega en esas condiciones, difícil.
Así es que como buena niña le chupé el pico hincada en la cama, corriéndole la paja hasta que su leche se derramó en mi boca.
Nos quedamos un rato recostados en la cama, me pareció más simpático en esa instancia. Quizás ese tono arrogante podría ser el resultado de una gran inseguridad, que al pasar la presión desaparece….uno nunca sabe.
Lo más probable es que el encuentro no se repita, pero no me gusta quedar con cosas inconclusas, hace mal para el espíritu, me despedí cariñosa con un besito tierno en la boca.
Regresé a mi oficina más tarde de lo que debía, con una flor en la mano, con el orgullo del deber cumplido, pero con mi chiquilla al extremo adolorida, me dolía al caminar, tanto que le tuve que dar el día libre.
El que quedó pagando fue mi mino, que me esperaba como siempre al terminar mis correrías dispuesto a gozar mi tremenda calentura y esta vez yo no quería nada de nada, si me dolía todo, además de la chuchita y su alrededores, la pechuga derecha no me la podía ni tocar.
Mi amor delicioso me miraba sin entender mucho lo que pasaba, con cara de cabro chico que no encontró su regalo de Pascua debajo del árbol, pero ya lo he recompensado y seguiré haciéndolo, ya que es lo que más me gusta de la vida.