El Pato continuó llamándome y enviándome mensajitos estilo Arjona, muy melosos y algo desubicados.
Me pidió insistentemente que nos juntáramos a la hora de almuerzo, la verdad es que no me gusta salir a esa hora por muchos motivos: nunca tengo certeza la hora exacta a la cual voy a salir, tengo poco tiempo, es mi pausa en la pega y además nunca ni en las mejores condiciones podría disfrutar a concho un polvo a esa hora, ya que hay que volver a trabajar, no me puedo fumar un pitito y no me puedo ir a revolcar con mi perro al terminar, entonces es clarito que no hay ganancia.
Pero tanto insistió y pensé que eso era mejor que nada para proseguir con nuestro “romance”, así es un caluroso día accedí a salir a esa hora. Me pidió que nos encontráramos frente al Centro Cultural Gabriela Mistral, el GAM.
Eso queda bastante cerca de mi trabajo. La verdad es que no me hice ilusiones de un pollito al velador, pero pensé que podríamos coquetear durante un almuerzo en las cercanías y avanzar algo más en esa aventura que habíamos comenzado.
Nos encontramos frente al edificio y mientras caminábamos le pregunté dónde estaba la cafetería, evidenciando mis claras intenciones de dirigirnos a ese lugar para comer algo.
-¿ya comiste?-
Rara pregunta si estaba ocupando mi hora de almuerzo para verlo.
-No- le contesté algo desorientada.
- ¿ y, dónde vas a comer?
¡Chutas! La verdad es que yo esperaba que él tuviera una opción clarita.
-No sé- le contesté para darle todas las posibilidades del mundo, desde un motel, un restaurante del sector, la cafetería del edificio, hasta un sandwich en la calle.
Pero él me indicó gentilmente un banco del lugar y …sería, se acomodó e hilvanó una conversación livianita que ocupó la totalidad de MI HORA DE ALMUERZO.
¡No hay derecho!, si yo incluso pensaba pagar mi cuenta, así es que cuando me percaté irrefutablemente que mi galán no tenía ninguna intención de que ingiriéramos ni un agüita. Miré mi reloj y me levanté para despedirme.
Me acompañó, como el caballero que es y de regreso a mi oficina me detuve a comprar algo para comer. Y con una bolsita de almuerzo en una mano y la decepción en el bolsillo, concluyó esta curiosa cita.
Si tuviera 14 años probablemente encontraría total, juntarme a pololear en un banco de un parque o del GAM, pero por favor, a estas alturas de mi vida y con mi intención de convertirlo en mi amante, es inadmisible.
Pero me imagino que para él la cita fue todo un éxito ya que trató de repetirla varias veces a lo cual me he negado sistemáticamente, cosa que no ha sido fácil ya que no se traga mi primera excusa.
Bueno, cuando no le apunto, no le apunto no más, pero así es la vida.
Así es que me refugié en los brazos de mi JA, que se ve fortalecido frente a las díscolas propuestas de este pajarito nuevo.
Me las jugué y me junté con mi JA un sábado en la noche.
Me enfundé medias con portaligas, un sexy vestido negro, llevé mi juguete favorito y mi camarita.
El aportó con un pito y la calentura acumulada de un largo rato en el cual no habíamos logrado coincidir con los tiempos disponibles.
Es otra cosa al tiro. En cuanto traspaso la puerta de su departamento su beso de bienvenida hace que las ganas me ahoguen de golpe.
Me pegué unas cuantas piteadas y me sumergí en un mundo surrealista inundado por un abanico de sensualidad en el cual hasta el aire que pasaba por mis piernas me provocaba.
Me gustaba que el vestido se subiera casi sin darme ni cuenta y exhibir mis muslos enmarcados en el portaligas y sentir el aire en los glúteos, que se exponían casi desnudos.
Caliente y desinhibida es muy buena mezcla, así es que agarré la camarita de mi bolso para hacer de esa noche un encuentro absolutamente inolvidable, pero cuando traté de hacerla funcionar me di cuenta que estaba volada como un piojo, tanto que después de intentarlo muchas veces simplemente no pude hacer aquello que había hecho tantas veces antes. Nunca pude apretar el botón para grabar.
Le pasé la cámara a él, pero como de costumbre sólo sacó una mala foto.
Tenía ganas de grabar y cuando me vuelo me pongo obsesiva, caliente pero obsesiva, así es que él me ofreció grabar con su cámara. Eso es algo que no acostumbro hacer.
-te la llevas- me dijo
Y …weno ya, si con la mía no había caso y me llevaría la grabación con cámara y todo ¿ porqué no?
No lo pensé mucho, porque simplemente no podía pensar, así es que me dejé llevar por la calentura que se apoderó de mi voluntad y me hizo exhibirme impúdica frente a la cámara que mi compañero no soltó nunca, dejando perpetrados unos primeros planos que nada tienen que envidiar a la porno más cruda.
La mano que le quedaba libre hurgaba con gran habilidad abriendo y penetrando mis hoyitos que se deleitaban felices.
Dejó la cámara instalada en un costado para tomar en muy buen ángulo como su pico atravesaba mi garganta, mi lengua jugaba con su callampa tensa y después envolvía toda la envergadura de su pene durísimo que entraba y salía de mi boca.
Se enfundó el condón y me penetró por la conchita que lo único que quería era algo de acción directa, acabé varias veces con su pico metido hasta el fondo, su manos pellizcando mis tetas y mis piernas abiertas exponiendo el clítoris al roce despiadado de su pico tieso.
Volvió a agarrar la cámara para desarrollar primeros planos con el protagonista metiéndose en el camino estrecho, gran travesía que la cámara tomaba de frente. Mostrando el pico ensartado hasta el fondo en el culo y la zorra abierta, rosada y jugosa.
El juguetito que había entrado en acción rato antes tomó el agujero que quedaba libre, mientras el pico empujaba en el culo. Me encanta sentirme llenita, si es con dos picos mejor, pero con uno de verdad y un juguetito es total.
Una chorreada de leche grabada de frente fue la guinda de la torta, el pelo pegoteado y la boca llena de semen calientito era el mejor final para la película.
Me costó emprender mi viaje de regreso, pero mi JA me ayudó y me entregó la camarita con muchas indicaciones que por supuesto no entendí, enchufes, cargadores y todo.
Llegué a la guarida de mi perro más caliente y volada que de costumbre y con un curioso botín en el bolso.
Se lo entregué confiada esperando que él resolviera los problemas tecnológicos que pudiéramos enfrentar. Entre la calentura y la voladura no caché para nada lo que había pasado pero me encontré mirando con mi perro, en el visor de la cámara, la porno más ruda que nunca había visto, hasta… que se le acabó la batería.
Esa noche abandonamos la idea de ver la grabación y tiramos hasta quedar exhaustos.
Pero la cosa no era para renunciar así como así. En cuanto pude le pedí a JA que me traspasara el video en un pendrive, no voy a entrar en detalles pero les diré todo fue algo así como de película para que me pasara el material sin que nadie se diera cuenta, era casi como la entrega del micro film en una película de James Bond.
Cuando llegué con el preciado tesoro, el compu tampoco lo reconoció pero después de que mi perro bajó cuanto programa se apareció, emergieron las imágenes calentonas y nos dispusimos a disfrutar de la película XXX.
A poco andar nos dimos cuenta que había problemas con el sonido, pero la imagen se veía nítida, HD, demasiado clara y …lenta, se veeiiaaaa eeennn cáááámmmmaaaaraaaa lleeennntttaaaaa, xxxxxuuuuuuuuuu ese día tiramos mirando embobados el compu y por supuesto tomándonos todo el tiempo del mundo. Debo reconocer que fue harto heavy ver la performance en HD, primer plano y más encima en cámara lenta.
Jajaja putas que me pasan weas ¿no? con razón muchos piensan que mis aventuras son fruto de mi fructífera imaginación, pero son la pura y santa verdad.
Bueno, el Pato ha seguido con sus mensajes Arjonianos. “Mi amada ¿porqué tan distante?” y después me llama por teléfono para decirme lo mismo ¡UFFFFFFFFFF! ¡Qué lateeeeeeeeeeeeero ¡ la última vez me preguntó qué haría esa noche y le contesté que me quedaría en la casa de mi mino, al parecer no le gustó mi respuesta porque después de eso ha habido un silencio mortal. Francamente espero que sea el último suspiro de una relación que nació muerta.
Y si de cosas peculiares se trata ¿se acuerdan del Primo? JA me contó que había chocado enfermo de borracho, que hasta salió en la tele, y ahí me acordé que en las noticias apareció un weón, enfermo de curado que después que chocó se quedó dormido raja y que los pacos estuvieron como 20 minutos tratando de despertarlo. La verdad es que a mí también me costó harto trabajo despertar al niño.
Bueno, para terminar un deseo de placer para todos en este 2013 que viene. Que nos encontremos con menos Primos y con más JA. Pero como mi máxima fortuna es mi partenaire, el que me ayuda a tomar todo con esa necesaria cuota de humor y que me hace chillar de placer, les deseo que si no encuentran a su media naranja, encuentren a su limón completo o a su sandía calá’, cualquier fruta sirve.
FELIZ 2013