domingo, 25 de julio de 2010
IGUAL ES MUY RICO
Anoche nuestro encuentro fue distinto, hacía un frio de los mil demonios, eso me hace ponerme muy tensa. Abrí mi net y no había ninguno de mis amigos cibernéticos conectados, últimamente siempre hago una previa con webcam antes de nuestro encuentro real, pero no había querido hacer citas con nadie ya que no tenía certeza de la hora en la cual quedaría disponible, siempre había tenido suerte y me regodeaba con cual pico quería empezar mi noche de sexo, aun sin hacer citas, pero parece que la suerte no jugaba a mi favor, esperamos un rato mientras se calentaba la habitación pero no apareció nadie.
Me fui a la pieza algo decepcionada, sobre todo porque mis amigos siempre se quejan de lo poco que estoy disponible para hacer cámaras.
Al pasar por el patio el ruido ensordecedor de la música de tus vecinos me dejó en shock, tenían una fiesta y las cumbias de Américo y los reggaetón estaban a todo dar.
Mal comienzo ¿no? nosotros tiramos con blues, música sensual que abre los sentidos, pero dado el volumen de las cumbias no podíamos competir así es que no nos quedó más alternativa que sonreír y darle pa’delante no más.
“Y hoy te vas, te vas, te vas, te vaaaaassss” se escuchaba afuera mientras nos desnudábamos trabajosamente. El abrigo, el chaleco, un sweater, la camiseta, las pantys, los pantalones, las botas UFFFFFFFFFFFF… todo eso para llegar a la ropa interior, tiritaba de frio cuando acerqué mi boca a la tuya para sentir tu aliento tibio. Rocé tu boca sintiendo tus labios calientes y mojados y todo se transformó. Tus manos volaron sobre mi cuerpo, acariciando mi espalda, moldeando mis caderas, comencé a moverme sinuosamente al ritmo del reggaetón que llegaba a mis oídos, el sonido de ritmo fuerte que tanto me molestó al comienzo, ahora me inundaba de energía y calor, sentía tu pico tomando forma poniéndose duro, ¡cómo me encanta que vaya creciendo! haciéndose espacio, tomando su lugar, dispuesto al ataque.
Miré el tatuaje en tu brazo, lo besé, lo toqué con mis manos y pareció cobrar vida con la tensión provocada por tus músculos, tus bíceps dibujados y fibrosos, frotaste fuerte tu cuerpo contra el mío, mi piel respondió a tu contacto erizándose, mis pezones erguidos, perreamos casi con ritmo, mis caderas se movían intentando calmar mis ganas restregando mi zorra en tu muslo.
Me penetraste firme, ya estaba resbalosa , muy mojada, mi zorra se apoderaba de mí, ella es la reina, ella manda y demanda, se dilata , se inflama, se empapa y desparrama sus jugos por el vecindario, mis muslos quedan brillantes y mi culo agradece su generosidad ya que lo deja absolutamente disponible.
Todo mi cuerpo se va tensando, todos mis poros se dilatan y comienzo a sentir esa concentración de energía que va creciendo, presionando y te pido más… más, sigue, no pares, ¡Qué rico!
Me desdoblé, sentí que era muchas personas, una distinta en la medida que disfrutaba del placer que me provoca cada estímulo... y eran tantos, tu pico frotaba todas las paredes de mi concha ganosa, tus manos escarbaban entre mis pendejos buscando mi clítoris, estrujaban mis pezones duros, trabajaban incesantemente buscando nuevos rincones, nuevos puntos de placer, agarraste mi cabeza, sentí tu caricia en mi nuca y tus dedos se transformaron en tentáculos que agarraban mi pelo tirando mi cabeza hacia atrás, quitándome movilidad , me sentí atrapada, ahogada, no aguanté más y exploté en un delicioso orgasmo, los temblores recorrieron mi cuerpo , el calor me inundó y se liberó toda la energía acumulada.
La música fuerte se confundía con mis chillidos de placer y con el jolgorio de la fiesta.
Me pregunté si los vecinos fiesteros, habrían escuchado mis gritos de perra escandalosa y sólo me provocó mayor placer, el pensar que quizás algún pico detrás de ese muro podría haberse despertado con mis aullidos, provocando una erección, esas que tanto me gusta provocar y disfrutar.
domingo, 11 de julio de 2010
EL INEXORABLE DESTINO
¿Y qué fue del Demonio de Tasmania? Se acordarán de aquel veinteañero que era como un huracán, el ciclón del sexo, que se fue absolutamente cortado por haber cometido la soberana estupidez de sacarse el condón cuando yo estaba de espaldas.
Me acuerdo de eso y me sigue causando rabia, pero la rabia se diluye bastante cuando la calentura se apodera de nuestro cuerpo y se instala como un demonio en nuestro sexo.
Este muchachito me calentaba bastante y se las jugaba siempre, después de esa metida de patas no era fácil volver a confiar de nuevo, pero empezó sin timidez su reconquista y me envió algunos mensajitos a mi celular que no fueron contestados.
Recuerdo que muchas veces mientras estaba tirando contigo, me imaginaba que era el pico del Demonio el que me estaba comiendo, cosa que por supuesto tú adivinabas y alentabas. La calentura con el jovencito empezó a ganar terreno peligrosamente. Recordaba cuando volaba en sus brazos y en caída libre me ensartaba en su pico con un dominio abismante para su edad y mi zorra se mojaba profusamente.
Nos encontramos varias veces en público, a pesar de eso él fue cada vez más osado en las despedidas y los besos cuneteados, esos que se dan rozando las comisuras de la boca, empezaron a hacerse la costumbre, sentía su brazo firme agarrando mi cintura mientras su boca se acercaba cada vez más a la mía. Las miradas que nos rodeaban sólo agregaban más adrenalina a estas despedidas.
Una tarde llegó a mi oficina a firmar unos documentos, después de hacerlo me tomó por asalto atracándome contra el escritorio y sin darme posibilidad ni a protestar, ni a escaparme, metió su lengua en mi boca y su mano agarró mi zorra que se deleitó sin vergüenza con ese contacto, sentí sus dedos hurgando mi sexo a pesar de mi colaless y mis pantys, pellizcó mi clítoris y casi se me escapa un chillido de placer, en la oficina del lado mi jefe como de costumbre, tecleaba en su computador. Me soltó pero sólo para tomar aire y volver a carga con su boca succionando la mia y sus manos agarrando mi culo, mis tetas, mi zorra parecían multiplicarse, mi corazón bombeaba casi estallando y mi cuerpo se deleitaba, a pesar de que mi cabeza aún tenía cuentas que saldar con el pendejo.
Después de ese asalto, los mensajitos a mi celular fueron cada vez más seguidos ¿Cuándo nos vemos? , a pesar de que nunca contesté sus mensajes, no niego que me gustaban esos atracones de nos pegábamos y esperaba con ansias y nervios su beso público, ese dado en el bordecito de la boca.
El día sábado desde hace 4 años yo duermo contigo, es nuestro día de sexo intenso, largo, delicioso, es el día que estoy más descansada. Me levanto tarde, duermo siesta después de almorzar, trabajo un par de horas, después de eso cenamos juntos y todo eso es coronado por largas y satisfactorias horas de sexo, que se terminan sólo al quedar extenuada y satisfecha después de temblar de gusto muchas veces.
Ese sábado no fue la excepción y después de nuestro maratónico deleite, llegué casi a rastras hasta el dormitorio y me quedé dormida inmediatamente. Ni siquiera sentí cuando tú te acostaste a mi lado.
El sonido de mi celular me despertó abruptamente, lo tomé rápidamente pero no era capaz de abrir los ojos para mirar la pantalla y distinguir de dónde provenía esa extraña llamada, contesté como pude:
“Aló”, el “aló” del otro lado no ayudó a despejar mi interrogante pregunté ¿quién es? La respuesta fue insólita “Cómo que quién es” reiteré mi pregunta esta vez muy molesta. La respuesta fue clara, pero seguía siendo igual de insólita, era el Demonio de Tasmania.
¿Pero como me llamas a esta hora? ...Es que te llamo y tú no contestas… me dijo, agregó un par de cosas más y yo dije CHAO y corté inmediatamente, eran las cinco de la madrugada.
Putas que tenía rabia, para mí el sueño es algo sagrado y una llamada a esa hora es nefasta, en general uno piensa que sólo pueden ser malas noticias entonces despierta con el corazón en la boca, me habría gustado agarrarlo a puteadas pero eso significaba despertarme más y lo peor , despertarte más a ti.
En todo caso igual los dos seguimos durmiendo poco y mal, putas el Pendex peligroso, en verdad no tiene vuelta, sin en algún momento pensé darle otra oportunidad ese pensamiento se esfumó de un paraguazo.
Lo llamé para putearlo al otro día pero no contestó, varios días más tarde me mandó un mensaje a mi celu, “Preciosa disculpa la llamada de la otra noche, ¿cuándo nos vemos?
Muy cara de raja en weoncito ¿no? yo sabía que tenía que verlo en persona, así es que no insistí con el teléfono.
Unos días después llegó a mi oficina con una caja de chocolates en señal de desagravio, pero aún no recibo una explicación razonable del porqué de esa llamada.
Yo estoy segura que se equivocó de mina y seguramente llamaba a alguna otra, pero para ti aún eso no es claro. Lo más raro de todo es que a pesar de que tú y yo pensamos que el pendejo es un bruto que no tiene remedio, nunca estamos de acuerdo en nada de lo que se refiere a él, siempre cualquier conversación acerca del Demonio de Tasmania, termina siendo una maraña, que concluye en una discusión.
Esta aventura llamada Demonio de Tasmania empezó con locas discusiones nuestras y terminó con locas discusiones nuestras .Yo creo es parte de eso que llaman DESTINO. Así es que es mejor hacer caso del Destino y mantenerme lo más alejada posible de este ente peligroso.
Un abrazo a todos mi queridos españoles y felicitaciones por ser los Campeones del Mundo.
domingo, 4 de julio de 2010
TODO PARTE EN UN JUEGO
Una de las últimas veces que estuve con mi Joven Amante estuvimos hablando acerca de nuestras fantasías. La verdad es que haciendo un recuento, no hay ninguna fantasía sexual que pueda realizarse en pareja que no haya cumplido. Me siento una mujer privilegiada en ese sentido. Sobre todo con mi Mino, tenemos una relación maravillosa, en donde dar rienda suelta a todo instinto sexual animal parece ser básico en nuestra forma de enfrentar las delicias del sexo, la libertad que me entrega es fundamental para permitirme disfrutar de absolutamente todo lo que me encienda por extraño que pueda parecer. El siempre se encuentra dispuesto a satisfacer todos mis deseos, haciéndome chillar de gusto.
Todas nuestras prácticas sexuales un poco turbias, por llamarlas del alguna manera, han tenido como punto de partida el juego imaginario, ese que abre la mente permitiéndote gozar en la impunidad de la irrealidad pero en la complicidad de compartir ese goce en pareja. Es él quien me conduce, me guía con sus palabras a veces adivinando mis deseos ocultos o mis pensamientos más encriptados. En ese juego nuestros amigos Brad, Bruce y Brandon han tenido una participación muy activa transformándose en el pico de algunos de mis amantes reales o cibernéticos, es su voz la que me insta a mamarlos o a sentirlos dentro de mí.
Si hablamos de fantasías debo confesarles que la más típica de casi todos los varones no me atrae en absoluto. Hablo del trío formado por un hombre y dos mujeres, no me gustaría ser parte de eso, como ya saben las mujeres no me atraen para nada y si eso no pasa, tener que compartir un macho no me parece nada de placentero, soy demasiado golosa. Me sentiría esperando mi turno mientras otra goza o no podría tomarme todo mi tiempo disfrutando porque habría otra esperando. No me gusta la idea de bocas femeninas en mi cuerpo y ni pensar en mi boca o mis manos recorriendo curvas femeninas. Me he dado amplias posibilidades para ver si este sentido despertaba dentro de mí, pero nada de nada.
Ahora si hablamos de dos hombres y yo, esa es mi fantasía por antonomasia, la que más me seduce. Tener cuatro manos acariciando mi cuerpo, dos bocas recorriendo mis rincones y por supuesto dos picos erectos, deliciosos y disponibles para mí.
Dejaría que me desnudasen de a poco entre ambos besándome y mezclando las salivas de los dos en mi lengua.
Me parece delicioso imaginarme de pie con un cuerpo varonil en mi frente besando su boca al tiempo de sentir otro macho en mi espalda apretujando su pico contra mi culo. Muchas manos abriendo mis hoyitos que seguro ya se mojarían profusamente. Me sueño agarrando dos picos chupándolos alternadamente, juntándolos en mi boca. (MMMM debo reconocer que babeo imaginando esto).
Lo he imaginado tan vívidamente que creo tener la coreografía perfecta para este encuentro.
Me tendería de espaldas para tener una boca en cada pezón que succionarían pausadamente, mis manos acariciando las barbillas y los dedos de ambos chocando en mi sexo, llegando a la calentura máxima. Agarraría sus picos acariciándolos con mis manos, degustando las gotitas que aparecieran en las ranuras de sus callampas brillantes.Luego me hincaría con las piernas abiertas sirviendo mi zorra ganosa en la boca de uno mientras me ahogaría chupándole el pico al otro hasta estremecerme en un orgasmo. UFFFFffff hay tantas posibilidades que me muero de ansiedad. Me ofrecería entera para que ellos disfrutaran con lo que quisieran.
Uno de ellos me penetraría primero, aquí me gustaría hacer un paréntesis bien grande, la mayor de mis fantasías sería que otro me penetrara mientras mi Mino me besa, con pasión y ternura, tomando mi cara entre sus manos, sintiendo su aliento en mi boca, respirando su aire, mirando sus profundos ojos azules, escuchando su voz, mientras mi cuerpo entero se estremece con el pico de otro rozando mi vulva y excitándome hasta el desmayo. UFFFFFFFFFF que deliciosamente pervertido mezclar el amor profundo y asentado con el puro placer sexual que me puede brindar uno de mis amantes.
Bueno volviendo a mi fantasía con dos de mis amantes, como decía antes, uno de ellos me penetraría primero y el otro haría deleite en mi boca...mmmmmmmmmm las posibilidades son tantas, me gustaría ir probándolas todas, alternándolos .Después de sentir dos picos distintos en mi zorra, uno de ellos lamería mi clítoris mientras el otro se metería con suavidad en mi culo, para después empujar con fuerza metiéndose con todo por mi trasero , quedaría acostada de espaldas con su pico en mi hoyito pequeño y ofrecería mi zorra para ser penetrada por el otro. Qué delicia debe ser sentirse doblemente penetrada, mmmmmmmmm, atrapada entre dos cuerpos, sudada por ambos, chupada , babeada y finalmente recibir en mi boca el semen caliente de mis compañeros. ¡Qué perra!, ¡qué puta!
Ustedes deben pensar y que espera esta mina para hacer realidad su fantasía si después de todo no es la gran cosa, bueno la verdad es tampoco es tan fácil.
Creo que hay ciertas cosas que la dificultan en forma importante, primero que a mi pareja no le gustaría participar en ese trío, si él quisiera creo que ya lo habría hecho.
Me gustaría sentirme segura, cuidada y querida por mis dos partenaires. Eso lo he logrado individualmente con cada uno de mis amantes pero ellos siempre han creído que son únicos. Yo soy una dama pública, una perra para ustedes que conocen mi intimidad y mis gustos, pero la realización de esa fantasía pasa porque dos de mis amantes sean cómplices de mi perrería.
Bueno, estar dispuesta es el primer paso y tengo la sensación que lo haré algún día, aún no sé cómo ni con quienes , pero cuando lo haga tengan la certeza que se los contaré con lujo de detalles.
Por ahora seguiré imaginándome que cada uno de ustedes, mis conocidos amantes cibernéticos, se convierten en amantes reales y que con suerte junto a dos.
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